Descubre otro ejemplo de diseño de futuro
Citroën Metropolis, ¡luneta cóncava de lujo!
Es un espectacular ejercicio de diseño. ¡Y a lo grande! El Citroën Metropolis tiene una
longitud de 5,3 metros y deja pequeño al Audi A8 Largo, que mide 5,27.
Frente a los dos metros de anchura del francés, el A8 (1,95 metros) parece hasta
estrecho. Sin embargo, por encima de todo, lo que más sorprende del Citroën
Metropolis es su elegancia y su estilo. La altura (apenas 1,4 metros), su
orgullosa parrilla, el interminable capó, los enormes pasos de rueda y una zaga
extremadamente afilada...
Todo eso hace de este Citroën un coche con casta. El equipo de diseño
de la marca gala en Shanghai (China) ha sido el encargado de dibujar sus
líneas. La historia no es nueva: los buques insignia tienen una larga
tradición en Citroën, tal y como demuestra ese gigante llamado DS 21
Présidentielle. El coche oficial de Charles de Gaulle, diseñado por Henri
Chapron en 1968, se estiraba hasta los 6,53 metros. El mismísimo Maybach podría
esconderse dentro de él. El Présidentielle tenía una anchura de 2,13 metros y el
único ejemplar que se fabricó estaba destinado al presidente francés. Monsieur
General tenía espacio de sobra en las plazas traseras para tomarse una copa como
en el bar o acomodar sus pies en una alfombra que le llegaba hasta los
tobillos.
Sin embargo, De Gaulle decía no sentirse cómodo en este coche: un grueso
cristal le separaba del conductor y le impedía charlar con su privilegiado
chófer. ¿O era el motor lo que realmente le molestaba? La berlina de 2,7
toneladas llevaba un cuatro cilindros de 2,2 litros y desarrollaba unos
escuálidos 104 CV. Es verdad que rendía fuerza más que suficiente para pasearse
durante la fiesta nacional, pero era una motorización ridícula si se compara con
la del Mercedes 600 que utilizó el canciller alemán Kurt Georg Kiesinger en su
visita de 1968: un impresionante V8 de 6,3 litros con 250 CV. El Metropolis se
ha tomado ahora la revancha. Citroën le ha puesto a su gran estrella un
motor híbrido enchufable: un gasolina V6 de dos litros con 272 CV y 375 Nm unido
a un motor eléctrico de 95 CV, con transmisión de doble embrague electrónica y
tracción integral. Sobran las palabras...
Conducir solo con energía eléctrica no es una quimera: su batería se recarga
por cable y, según la marca gala, la combinación de ambos motores logra 430 Nm
de par. Eso sí, el consumo de 2,6 litros a los 100 km nos parece pura utopía.
El Citroën Metropolis estará listo, como muy pronto, en el año
2013. Seguramente se fabricará bajo las siglas DS9 y se hará en China.
Los amantes de los chevrones están de enhorabuena... Los fans de esa obra de
arte cinematográfica llamada Metropolis, también.
Es un espectacular ejercicio de diseño. ¡Y a lo grande! El Citroën Metropolis tiene una longitud de 5,3 metros y deja pequeño al Audi A8 Largo, que mide 5,27. Frente a los dos metros de anchura del francés, el A8 (1,95 metros) parece hasta estrecho. Sin embargo, por encima de todo, lo que más sorprende del Citroën Metropolis es su elegancia y su estilo. La altura (apenas 1,4 metros), su orgullosa parrilla, el interminable capó, los enormes pasos de rueda y una zaga extremadamente afilada...
Todo eso hace de este Citroën un coche con casta. El equipo de diseño
de la marca gala en Shanghai (China) ha sido el encargado de dibujar sus
líneas. La historia no es nueva: los buques insignia tienen una larga
tradición en Citroën, tal y como demuestra ese gigante llamado DS 21
Présidentielle. El coche oficial de Charles de Gaulle, diseñado por Henri
Chapron en 1968, se estiraba hasta los 6,53 metros. El mismísimo Maybach podría
esconderse dentro de él. El Présidentielle tenía una anchura de 2,13 metros y el
único ejemplar que se fabricó estaba destinado al presidente francés. Monsieur
General tenía espacio de sobra en las plazas traseras para tomarse una copa como
en el bar o acomodar sus pies en una alfombra que le llegaba hasta los
tobillos.
Sin embargo, De Gaulle decía no sentirse cómodo en este coche: un grueso cristal le separaba del conductor y le impedía charlar con su privilegiado chófer. ¿O era el motor lo que realmente le molestaba? La berlina de 2,7 toneladas llevaba un cuatro cilindros de 2,2 litros y desarrollaba unos escuálidos 104 CV. Es verdad que rendía fuerza más que suficiente para pasearse durante la fiesta nacional, pero era una motorización ridícula si se compara con la del Mercedes 600 que utilizó el canciller alemán Kurt Georg Kiesinger en su visita de 1968: un impresionante V8 de 6,3 litros con 250 CV. El Metropolis se ha tomado ahora la revancha. Citroën le ha puesto a su gran estrella un motor híbrido enchufable: un gasolina V6 de dos litros con 272 CV y 375 Nm unido a un motor eléctrico de 95 CV, con transmisión de doble embrague electrónica y tracción integral. Sobran las palabras...
Conducir solo con energía eléctrica no es una quimera: su batería se recarga por cable y, según la marca gala, la combinación de ambos motores logra 430 Nm de par. Eso sí, el consumo de 2,6 litros a los 100 km nos parece pura utopía. El Citroën Metropolis estará listo, como muy pronto, en el año 2013. Seguramente se fabricará bajo las siglas DS9 y se hará en China. Los amantes de los chevrones están de enhorabuena... Los fans de esa obra de arte cinematográfica llamada Metropolis, también.
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