Cuesta 1.200 euros como extra y define lo complicado de la fabricación de los nuevos parabrisas
El panorámico del Opel Astra GT ha necesitado once patentes para ser una realidad
Diseñar y fabricar un parabrisas es
una labor cada vez más complicada a nivel tecnológico y requiere de ingenieros
y proyectos muy elaborados y complejos. Esta afirmación queda plasmada en el
parabrisas panorámico que presenta el Opel Astra GTC 2012, que monta una luna
de vanguardia que abarca hasta la mitad del techo y que dota al vehículo de una
imagen completamente diferente de la conocida hasta ahora y permite rebajar el
peso del vehículo y su fricción con el aire al hacerle más aerodinámico.
Esta luna es tan complicada que ha
necesitado de 11 patentes para ser montada, lo que hace que sea una pieza muy
complicada de imitar en el mercado aftermarket y que su versión (OES –original equipment
suplier-) sea muy superior a cualquier versión de recambio libre que se haga en
cualquier factoría.
El
precio de 1.200 euros de esta luna hace que se convierta en una de las piezas
más caras del coche ya que gracias a su instalación se ha conseguido aumentar
el campo de visión de forma superlativa, con lo que la luminosidad del
habitáculo es mucho mayor que la versión normal, ya que el reducido tamaño de
las ventanillas no ayuda a lo contrario. Algo parecido se puede comprobar en el
Opel Zafira Tourier.
Otro aspecto positivo es que no necesita
de ningún refuerzo estructural y permite disponer de una superficie acristalada
continua más grande.
Opel considera que “nuestra apuesta por
mejorar la superficie de vidrio de nuestros vehículos está teniendo un gran
éxito en los usuarios, agradecen esta manera de diseñar los coches”.
![[Img #3231]](upload/img/periodico/img_3231.jpg)
![[Img #3230]](upload/img/periodico/img_3230.jpg)
Diseñar y fabricar un parabrisas es una labor cada vez más complicada a nivel tecnológico y requiere de ingenieros y proyectos muy elaborados y complejos. Esta afirmación queda plasmada en el parabrisas panorámico que presenta el Opel Astra GTC 2012, que monta una luna de vanguardia que abarca hasta la mitad del techo y que dota al vehículo de una imagen completamente diferente de la conocida hasta ahora y permite rebajar el peso del vehículo y su fricción con el aire al hacerle más aerodinámico.
Esta luna es tan complicada que ha necesitado de 11 patentes para ser montada, lo que hace que sea una pieza muy complicada de imitar en el mercado aftermarket y que su versión (OES –original equipment suplier-) sea muy superior a cualquier versión de recambio libre que se haga en cualquier factoría.
El precio de 1.200 euros de esta luna hace que se convierta en una de las piezas más caras del coche ya que gracias a su instalación se ha conseguido aumentar el campo de visión de forma superlativa, con lo que la luminosidad del habitáculo es mucho mayor que la versión normal, ya que el reducido tamaño de las ventanillas no ayuda a lo contrario. Algo parecido se puede comprobar en el Opel Zafira Tourier.
Otro aspecto positivo es que no necesita de ningún refuerzo estructural y permite disponer de una superficie acristalada continua más grande.
Opel considera que “nuestra apuesta por mejorar la superficie de vidrio de nuestros vehículos está teniendo un gran éxito en los usuarios, agradecen esta manera de diseñar los coches”.
![[Img #3231]](upload/img/periodico/img_3231.jpg)
![[Img #3230]](upload/img/periodico/img_3230.jpg)













Normas de participación
Esta es la opinión de los lectores, no la de este medio.
Nos reservamos el derecho a eliminar los comentarios inapropiados.
La participación implica que ha leído y acepta las Normas de Participación y Política de Privacidad
Normas de Participación
Política de privacidad
Por seguridad guardamos tu IP
216.73.216.85