Lleva tres años creciendo tras su crisis en 2008 pero autos ya sólo representa el 37% de ingresos frente al 80% de hace tres años
Mutua Madrileña acabó 2011 con 1,96 millones de pólizas de auto, un 94% de fidelización y 60.000 asegurados más
En solo tres años, Mutua Madrileña ha sido
capaz de darle la vuelta a una situación que en 2008 era “muy preocupante”,
según recuerdan en la aseguradora. “Sufríamos una caída progresiva de la
cartera; tanto es así que cerramos el año con un saldo (diferencia entre las
entradas y salidas de asegurados) negativo de más de 35.000 pólizas en el ramo
de auto”.
Hoy, sin embargo, el saldo es positivo en 60.000
pólizas y el 94% de los asegurados —afirman en la compañía— se quedan en Mutua
Madrileña. Algo que, según el director general del área aseguradora de la
empresa, Juan Hormaechea, “es un hecho sin parangón en el sector”.
El tránsito no ha sido fácil. La empresa que preside
Ignacio Garralda fio su futuro a la arquitectura de un plan estratégico que
debería poner orden en la casa y volver a poner el foco en el negocio típico
asegurador. Pues bien, hace un mes escaso, Mutua Madrileña cerraba el libro de
su plan estratégico 2009-2011 y abría el de 2012-2014, y lo hacía con una doble
sensación: la de haber dado la vuelta al calcetín en esos tres primeros años y
la de enfrentar un tiempo en el que el mercado español parece quedarse ya
pequeño.
En lo que podríamos llamar la egotecade
la compañía figura el hecho de haber pasado de 95.000 nuevas pólizas
contratadas en 2008 a las 190.000 del cierre de 2011. En este espacio de tiempo
también se mejoró la cuota de mercado en autos, al crecer del 8,84% al 11,25%,
lo cual se sustancia en la cifra más alta de pólizas conseguida por la
aseguradora en su historia: 1,96 millones.
Ahora bien, si vamos al detalle nos encontramos con que
tanto Mutua Madrileña como su filial de empresas creada en 2009, MM Globalis,
incrementaron el ejercicio pasado un 1,9% sus ingresos por primas en el ramo de
seguros de auto, hasta los 1.111 millones de euros. Este porcentaje puede
parecer limitado, pero contrasta con una caída media de la facturación en el
sector del 2,3%. Es más, si seguimos haciendo cuentas vemos que el crecimiento
del volumen total de ingresos por primas del grupo en el negocio de autos fue
el año pasado del 16,3% (1.267 millones), aunque en este caso también gracias a
la compra y toma de control en 2011 de SegurCaixa Adeslas, sociedad de la cual
Juan Hormaechea es también presidente ejecutivo.
Mientras, en hogar, las pólizas se han triplicado en tres
años hasta sumar las 120.000. Y en el área de vida, los asegurados en cartera
crecieron el ejercicio pasado más del 14%, al tiempo que los ingresos por
primas aumentaron un 45%.
Todos estos números tienen una interpretación en términos
de estrategia empresarial. De una parte, la aseguradora lleva tiempo
transmitiendo una intensa actividad, que le lleva desde el patrocinio deportivo
del Mutua Madrid Open hasta las operaciones corporativas (SegurCaixa Adeslas).
Es precisamente este último camino el que ha producido uno de los cambios más
profundos en la empresa. La compra del 50% de SegurCaixa Adeslas (la sociedad
de seguros de no vida de La Caixa) y su toma de control, junto al acuerdo de
bancaseguros con La Caixa, suponen para Mutua Madrileña el acceso a un nuevo
canal de distribución y un salto enorme en el ranking del sector, situándola en 2011 —por
volumen de primas y según los últimos datos de ICEA— como la primera compañía
de seguros en el ramo de salud en España (1.773 millones de euros), la segunda
en no vida (3.392 millones) y la tercera del ranking total uniendo vida y no vida (3.472
millones).
Este movimiento les permite avanzar en la
diversificación de productos, ya que se reduce la dependencia de auto, que pasa
de suponer el 80% al 37% de los ingresos, mientras que el peso de salud hace el
recorrido inverso y crece del 13% al 52%. “Este cambio no supone que un ramo
gane y otro pierda, sino que evidencia la búsqueda del equilibrio”, puntualiza
Hormaechea. “Estamos ampliando mucho el negocio hacia una mayor diversificación
de riesgos, mercados y ramos”.
Pero ninguna empresa vive de su pasado. Cerrado el
periodo 2009-2011, se abre el plan estratégico 2012-2014, que será el encargado
de conducir a la aseguradora los próximos tres años. En un entorno de clara
contracción del sector en términos generales y particulares (las
matriculaciones de automóviles suman cuatro años consecutivos de caídas), Mutua
Madrileña ha diseñado una estrategia para ese tiempo futuro que el director
general de su área aseguradora basa en “reforzar la posición en el mercado de
venta directa a través de los canales propios (call center e Internet); lograr un crecimiento
sostenido que supere la media del sector —aprovechando nuevos mercados y
segmentos de clientes, como el de colectivos—; desarrollar la posición en el
sector de empresas a través de MM Globalis y concluir en 2012 la integración de
Aresa [la inicial aseguradora de salud de Mutua Madrileña] y Adeslas”. Todo
ello a la vez que se mantiene la política de reversión al mutualista, quizá el
elemento clave de la política de la compañía.
Sobrevolando todas estas ideas subyace la convicción de
que el mercado español tiene tal grado de madurez que o bien se crece a partir
de lograr clientes de los competidores —“en los seguros, el precio es un
elemento crítico”, reconoce Hormaechea—, o bien mediante operaciones
corporativas, algo, esto último, que no se halla al alcance de todos los
balances.
Sin embargo, para el puñado de empresas que pueden jugar
ambas manos de cartas se abre una tercera posibilidad: crecer fuera del país.
Este es el deseo de Mutua Madrileña. “No es algo prioritario, ni está pensado a
corto plazo, pero sí nos lo estamos planteando rigurosamente con el objetivo de
reducir la exposición al mercado español y facilitar el crecimiento en el
futuro”, avanza el director general de la firma.
En este entorno tan complicado y difícil también se trata
—aunque no lo cite expresamente Hormaechea— de cuidar lo que se tiene y en lo
posible aumentarlo. Mutua Madrileña —a través del área patrimonial, cuyo
director general es Javier Mira— maneja un patrimonio cercano a los 3.380
millones de euros y carece de endeudamiento. Por tanto, el futuro pasa, apuntan
en la aseguradora, por consolidar ese patrimonio y hacerlo crecer a través de
una “correcta gestión financiera junto a lo que aporten los negocios que se
incorporen, tanto actuales como futuros”.
Fuente: El pais
En solo tres años, Mutua Madrileña ha sido capaz de darle la vuelta a una situación que en 2008 era “muy preocupante”, según recuerdan en la aseguradora. “Sufríamos una caída progresiva de la cartera; tanto es así que cerramos el año con un saldo (diferencia entre las entradas y salidas de asegurados) negativo de más de 35.000 pólizas en el ramo de auto”.
Hoy, sin embargo, el saldo es positivo en 60.000 pólizas y el 94% de los asegurados —afirman en la compañía— se quedan en Mutua Madrileña. Algo que, según el director general del área aseguradora de la empresa, Juan Hormaechea, “es un hecho sin parangón en el sector”.
El tránsito no ha sido fácil. La empresa que preside Ignacio Garralda fio su futuro a la arquitectura de un plan estratégico que debería poner orden en la casa y volver a poner el foco en el negocio típico asegurador. Pues bien, hace un mes escaso, Mutua Madrileña cerraba el libro de su plan estratégico 2009-2011 y abría el de 2012-2014, y lo hacía con una doble sensación: la de haber dado la vuelta al calcetín en esos tres primeros años y la de enfrentar un tiempo en el que el mercado español parece quedarse ya pequeño.
En lo que podríamos llamar la egotecade la compañía figura el hecho de haber pasado de 95.000 nuevas pólizas contratadas en 2008 a las 190.000 del cierre de 2011. En este espacio de tiempo también se mejoró la cuota de mercado en autos, al crecer del 8,84% al 11,25%, lo cual se sustancia en la cifra más alta de pólizas conseguida por la aseguradora en su historia: 1,96 millones.
Ahora bien, si vamos al detalle nos encontramos con que tanto Mutua Madrileña como su filial de empresas creada en 2009, MM Globalis, incrementaron el ejercicio pasado un 1,9% sus ingresos por primas en el ramo de seguros de auto, hasta los 1.111 millones de euros. Este porcentaje puede parecer limitado, pero contrasta con una caída media de la facturación en el sector del 2,3%. Es más, si seguimos haciendo cuentas vemos que el crecimiento del volumen total de ingresos por primas del grupo en el negocio de autos fue el año pasado del 16,3% (1.267 millones), aunque en este caso también gracias a la compra y toma de control en 2011 de SegurCaixa Adeslas, sociedad de la cual Juan Hormaechea es también presidente ejecutivo.
Mientras, en hogar, las pólizas se han triplicado en tres años hasta sumar las 120.000. Y en el área de vida, los asegurados en cartera crecieron el ejercicio pasado más del 14%, al tiempo que los ingresos por primas aumentaron un 45%.
Todos estos números tienen una interpretación en términos de estrategia empresarial. De una parte, la aseguradora lleva tiempo transmitiendo una intensa actividad, que le lleva desde el patrocinio deportivo del Mutua Madrid Open hasta las operaciones corporativas (SegurCaixa Adeslas). Es precisamente este último camino el que ha producido uno de los cambios más profundos en la empresa. La compra del 50% de SegurCaixa Adeslas (la sociedad de seguros de no vida de La Caixa) y su toma de control, junto al acuerdo de bancaseguros con La Caixa, suponen para Mutua Madrileña el acceso a un nuevo canal de distribución y un salto enorme en el ranking del sector, situándola en 2011 —por volumen de primas y según los últimos datos de ICEA— como la primera compañía de seguros en el ramo de salud en España (1.773 millones de euros), la segunda en no vida (3.392 millones) y la tercera del ranking total uniendo vida y no vida (3.472 millones).
Este movimiento les permite avanzar en la diversificación de productos, ya que se reduce la dependencia de auto, que pasa de suponer el 80% al 37% de los ingresos, mientras que el peso de salud hace el recorrido inverso y crece del 13% al 52%. “Este cambio no supone que un ramo gane y otro pierda, sino que evidencia la búsqueda del equilibrio”, puntualiza Hormaechea. “Estamos ampliando mucho el negocio hacia una mayor diversificación de riesgos, mercados y ramos”.
Pero ninguna empresa vive de su pasado. Cerrado el periodo 2009-2011, se abre el plan estratégico 2012-2014, que será el encargado de conducir a la aseguradora los próximos tres años. En un entorno de clara contracción del sector en términos generales y particulares (las matriculaciones de automóviles suman cuatro años consecutivos de caídas), Mutua Madrileña ha diseñado una estrategia para ese tiempo futuro que el director general de su área aseguradora basa en “reforzar la posición en el mercado de venta directa a través de los canales propios (call center e Internet); lograr un crecimiento sostenido que supere la media del sector —aprovechando nuevos mercados y segmentos de clientes, como el de colectivos—; desarrollar la posición en el sector de empresas a través de MM Globalis y concluir en 2012 la integración de Aresa [la inicial aseguradora de salud de Mutua Madrileña] y Adeslas”. Todo ello a la vez que se mantiene la política de reversión al mutualista, quizá el elemento clave de la política de la compañía.
Sobrevolando todas estas ideas subyace la convicción de que el mercado español tiene tal grado de madurez que o bien se crece a partir de lograr clientes de los competidores —“en los seguros, el precio es un elemento crítico”, reconoce Hormaechea—, o bien mediante operaciones corporativas, algo, esto último, que no se halla al alcance de todos los balances.
Sin embargo, para el puñado de empresas que pueden jugar ambas manos de cartas se abre una tercera posibilidad: crecer fuera del país. Este es el deseo de Mutua Madrileña. “No es algo prioritario, ni está pensado a corto plazo, pero sí nos lo estamos planteando rigurosamente con el objetivo de reducir la exposición al mercado español y facilitar el crecimiento en el futuro”, avanza el director general de la firma.
En este entorno tan complicado y difícil también se trata —aunque no lo cite expresamente Hormaechea— de cuidar lo que se tiene y en lo posible aumentarlo. Mutua Madrileña —a través del área patrimonial, cuyo director general es Javier Mira— maneja un patrimonio cercano a los 3.380 millones de euros y carece de endeudamiento. Por tanto, el futuro pasa, apuntan en la aseguradora, por consolidar ese patrimonio y hacerlo crecer a través de una “correcta gestión financiera junto a lo que aporten los negocios que se incorporen, tanto actuales como futuros”.
Fuente: El pais












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