Cristalbox, bajo sospecha

Desde hace tiempo numerosos franquiciados se han puesto en contacto con INFOLUNA para denunciar la situación que viven en la red y que les está llevando a muchos sobrevivir mes a mes con demasiadas apreturas.

Esta situación perjudica seriamente la imagen de esta red que está integrada en su mayoría por franquiciados honrados y que se dejan la piel cada día pero la situación de muchos de ellos es desesperada, ya que al brusco descenso del volumen de trabajo que han experimentado todos los talleres hay que unir los contratos leoninos que les obligan a pagar cada mes lo que no ganan sustituyendo y reparando lunas. Sus costes fijos son muy altos y los coches cada vez llegan menos así que los números no cuadran, pero esto no justifica un acto delictivo 

Ningún delito es justificable pero algunos compañeros de la franquicia con los que hemos hablado aseguran que “cuando se llega a esto es que lo ves todo muy mal”.

Cristalbox está bajo sospecha tras esta denuncia, ya que se puede justificar que es un caso aislado pero a partir de ahora se generará una corriente de pensamiento deformado hacia la red, ya que entrarán dudas sobre el perfil de algunos franquiciados. Las primeras que dudarán serán las compañías de seguros, que llevan tiempo buscando reducir proveedores y costes.

Lo peor de este caso es que no sólo la red matriz del taller Cristalbox queda tocada sino que el sector en general es señalado como sospechoso por culpa de este franquiciado de Cristalbox. Será la justicia la que determine si el presunto delito merece una pena o no, pero estos dos trabajadores no se representan a si  mismos sino que representan y defienden a una empresa de carácter nacional. No sólo los detenidos son culpables, lo son también quienes lo eligen para su franquicia.