Los fabricantes de vehículos se lo ponen cada vez más difícil a los fabricantes aftermarket

El ejemplo del Renault Eolab con la reducción del 25% del peso en el vidrio supone una nueva visión del futuro de la cristalería del automóvil.

Conseguir un grosor de sólo 3mm en la luna delantera con el mismo nivel de resistencia de los de 4,5 mm hace que en el futuro será cada vez más complicado conseguir copias aftermarket que cumplan con los mismos requisitos.

Las exigencias tecnológicas de los fabricantes han provocado desafíos muy complicados de alcanzar por los fabricantes de primer equipo. Estas complicaciones se multiplicarán para los fabricantes de recambios para talleres, ya que conseguir esos niveles tecnológivos exigirán grandes inversiones en las fábricas.

Estos avances benefician a los fabricantes de primer equipo y perjudican a los aftermarket, que a corto y medio plazo tienen los medios para ser competitivos pero que se verán ante un reto caro y complicado a largo plazo cuando los vehículos equipen vidrio cada vez más ligero y más complicado de fabricar.