El parabrisas salva vidas...y también las quita

El parabrisas no es sólo ese elemento que va integrada en la carrocería y nos permite ver lo que hay fuera del vehículo. Es mucho más y su importancia pasa por ser una parte muy importante de la estructura.

El parabrisas es vital para mantener la resistencia del techo en caso de vuelco. De hecho está comprobado que supone un 30% de la misma y una mala instalación, una luna de mala calidad o el uso de adhesivos de mala calidad pueden ser la raya que haga que se traspase de la vida a la muerte o a una lesión de gravedad.

En caso de vuelco es necesario que la luna se mantenga en su sitio, que no salga despedida inmediatamente o se parta en dos como si fuera arena. Es necesario que los profesionales piensen que en sus manos están vidas no sólo márgenes exiguos de dinero como ocurre en ocasiones con los adhesivos, donde se llegan a utilizar productos sólo unos céntimos más baratos y se compromete la seguridad.

El verdadero profesional de la cristalería debe tener en mente que el cliente confía su integridad en su trabajo y que aunque sólo fuera por un caso entre un millón no se debe escatimar en el material que puede salvar una vida.

A eso hay que unir la formación al instalar las lunas correctamente. Como dijo un bombero presente en las jornadas de seguridad vial de Gonvarri, en caso de vuelco es muy factible que exista lesión medular por aplastamiento. Por eso, si se hace lo máximo desde el sector para evitarlo se estará ayudando al cliente.

Como se dijo en estas jornadas “sólo basta con pensar cómo nos sentiríamos si alguien bebe y se estrella contra un coche en el que van uestros hijos o que el coche que vuelca tras una mala instalación del parabrisas es el de un amigo o familiar cercano. Porque creemos que nunca nos va a tocar pero a veces sí toca”.