Los 'piratas' informáticos manejan a su antojo los sensores de la luna o el head up display
Demuestran cómo se puede hackear el parabrisas de un Corvette
Los hackers están encontrando un filón este verano, el último coche hacheado ha sido este Chevrolet Corvette de 2013. Los expertos en seguridad han conseguido manipular los frenos y mandar mensajes para controlar algunos elementos del vehículo como los parabrisas. Este fallo en la seguridad podría afectar también a otros modelos de la marca.
El hackeo del Chevrolet Corvette es el último de una serie de ataques a la seguridad a través de los puertos OBD-II, donde los conductores conectan sus dispositivos para obtener un diagnóstico detallado sobre el estado de su coche. El pasado mes de noviembre, los ingenieros de seguridad de Argus Cyber Security fueron capaces de controlar de forma remota las funciones de un vehículo que tenía instalado un OBD-II. En enero, investigadores de Digital Bond Labs encontraron un fallo en la seguridad en un dispositivo de trackeo con más de dos millones de clientes de la empresa de Seguros Progressive, sin olvidarnos que en los últimos días un Jeep Cherokee ha sido hackeado un y se han encontrado problemas en el sistema de seguridad de GM.
Stefan Savage, profesor de Cal-San Diego y participante en esta investigación, ha declarado que: “hemos incorporado muchas de estas tecnologías y a lo largo del camino nos hemos dado cuenta de que tenían muchas deficiencias en seguridad”.
El Chevrolet Corvette no es el único coche que ha sido hackeado por estos expertos en seguridad. Los investigadores de Cal-San Diego ya han participado en varias investigaciones que estudian la piratería de coches. En 2010 y 2011 Savage y otros compañeros realizaron dos estudios donde se describen las vulnerabilidades de los coches modernos y demuestran que piratear un coche es más que posible.
Fuente: Autobild
Los hackers están encontrando un filón este verano, el último coche hacheado ha sido este Chevrolet Corvette de 2013. Los expertos en seguridad han conseguido manipular los frenos y mandar mensajes para controlar algunos elementos del vehículo como los parabrisas. Este fallo en la seguridad podría afectar también a otros modelos de la marca.
El hackeo del Chevrolet Corvette es el último de una serie de ataques a la seguridad a través de los puertos OBD-II, donde los conductores conectan sus dispositivos para obtener un diagnóstico detallado sobre el estado de su coche. El pasado mes de noviembre, los ingenieros de seguridad de Argus Cyber Security fueron capaces de controlar de forma remota las funciones de un vehículo que tenía instalado un OBD-II. En enero, investigadores de Digital Bond Labs encontraron un fallo en la seguridad en un dispositivo de trackeo con más de dos millones de clientes de la empresa de Seguros Progressive, sin olvidarnos que en los últimos días un Jeep Cherokee ha sido hackeado un y se han encontrado problemas en el sistema de seguridad de GM.
Stefan Savage, profesor de Cal-San Diego y participante en esta investigación, ha declarado que: “hemos incorporado muchas de estas tecnologías y a lo largo del camino nos hemos dado cuenta de que tenían muchas deficiencias en seguridad”.
El Chevrolet Corvette no es el único coche que ha sido hackeado por estos expertos en seguridad. Los investigadores de Cal-San Diego ya han participado en varias investigaciones que estudian la piratería de coches. En 2010 y 2011 Savage y otros compañeros realizaron dos estudios donde se describen las vulnerabilidades de los coches modernos y demuestran que piratear un coche es más que posible.
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