Nos escribe un cristalero que asegura estar desesperado pese a haber realizado un buen trabajo en 2017
"Mi regalo de Navidad es una penalización de ¡20.000 euros!
Esta es la carta desesperada de un lunero que asegura que tras un buen año de trabajo se encuentra ante una penalización que le puede llevar a cerrar:
LUNERO DESESPERADO@GMAIL.COM
"Hola señores de Infoluna, esta es una carta de un cristalero por una situación que a mi particularmente me tiene cansado y desesperado. No puedo decir cuál es mi red porque aún tendría más problemas. He trabajado como un animal todo el año, he hecho los trabajos con gran profesionalidad, no he tenido
reclamaciones, mis clientes han acabado muy satisfechos, me han recomendado en toda la zona. Mis clientes me han hecho sentir orgulloso porque les he solucionado un problema rápido y con calidad, pero todo eso que debería llenar de orgullo a cualquier profesional de otro sector es un castigo para los luneros. Llego al mes de diciembre y me temblan las piernas por el estacazo que me llega.
![[Img #14648]](upload/img/periodico/img_14648.png)
Muchos de mis compañeros me entenderán y seguro que están en mi situación. Agarraos porque lo que me llega es un regalito de navidad en forma de penalización de ¡20.000 euros! Sí, ¡20.000 euros! por hacer bien mi trabajo pero
no haber cumplido con el esclavo coste medio. Lo peor es que no tengo ese dinero, con lo que he ganado me ha dado para dos sueldos y los gastos y poco más, no me he hecho rico y me llega este multazo.
Yo no sé si podré salir de esta, espero que sí, pero cosas como esta demuestran que los pequelos talleres de lunas vamos a la ruina si esto sigue así. ¿Por qué no se lucha por los descuentos y no por el coste medio? Yo no estoy dispuesto a echar a nadie de mi taller porque la luna es cara y no puedo inventarme las reparaciones cuando no aparecen.
O esto cambia o una red va a a comerse todo el pastel porque algunos no vamos a aguantar.
Esta es la carta desesperada de un lunero que asegura que tras un buen año de trabajo se encuentra ante una penalización que le puede llevar a cerrar:
LUNERO DESESPERADO@GMAIL.COM
"Hola señores de Infoluna, esta es una carta de un cristalero por una situación que a mi particularmente me tiene cansado y desesperado. No puedo decir cuál es mi red porque aún tendría más problemas. He trabajado como un animal todo el año, he hecho los trabajos con gran profesionalidad, no he tenido
reclamaciones, mis clientes han acabado muy satisfechos, me han recomendado en toda la zona. Mis clientes me han hecho sentir orgulloso porque les he solucionado un problema rápido y con calidad, pero todo eso que debería llenar de orgullo a cualquier profesional de otro sector es un castigo para los luneros. Llego al mes de diciembre y me temblan las piernas por el estacazo que me llega.
![[Img #14648]](upload/img/periodico/img_14648.png)
Muchos de mis compañeros me entenderán y seguro que están en mi situación. Agarraos porque lo que me llega es un regalito de navidad en forma de penalización de ¡20.000 euros! Sí, ¡20.000 euros! por hacer bien mi trabajo pero
no haber cumplido con el esclavo coste medio. Lo peor es que no tengo ese dinero, con lo que he ganado me ha dado para dos sueldos y los gastos y poco más, no me he hecho rico y me llega este multazo.
Yo no sé si podré salir de esta, espero que sí, pero cosas como esta demuestran que los pequelos talleres de lunas vamos a la ruina si esto sigue así. ¿Por qué no se lucha por los descuentos y no por el coste medio? Yo no estoy dispuesto a echar a nadie de mi taller porque la luna es cara y no puedo inventarme las reparaciones cuando no aparecen.
O esto cambia o una red va a a comerse todo el pastel porque algunos no vamos a aguantar.













antiguo sabiendoselo todo | Miércoles, 13 de Diciembre de 2017 a las 13:04:53 horas
Espero que todo esto esté llegango a su fin sin remedio, puesto que en un futuro muy proximo las lunas vienen cargadas de regalitos accesorios para seguridad y solamente su precio de costo superara al COSTE MEDIO. Por lo cual reventara sin duda por algun lado. Lo que ocurre es que mientras los directivos de las redes esten comiendo, los talleres finales nos comemos los recursos que nos quedan, los cuales llegan ya a su limite. O hay unidad o hay cierres, no queda otra.
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