Las fábricas chinas encuentran en las marcas blancas el camino para expotar sus lunas a Europa

Las fabricas chinas de segundo nivel se han reinventado y han encontrado una solución a sus problemas para colocar su vidrio en mercados como el europeo o el estadounidense. Su manera de aligerar stock y sacarle más rendimiento a su producción es llegar a acuerdos con algunos fabricantes que necesitan solucionar sus carencias con determinadas referencias.

Los fabricantes de vehículos se lo ponen cada vez más difícil a los fabricantes de vidrio del automóvil, ya que en estos momentos se manejan cerca de 60.000 referencias en el mercado de cristalería del automóvil. Los líderes del sector como Pilkington, AGC o Saint Gobain tienen músculo económico e infraestructuras suficientes para hacer frente a ese ingente número de referencias pero otros fabricantes están acudiendo a fábricas chinas para conseguir cubrir todo el espectro de vidrio del automóvil.

Las fabricas chinas, como la de Shenzhen Automotive Glass Manufacturing, que trabaja por ejemplo con Guardian, se han establecido con un modelo de negocio muy parecido al de las marcas blancas que se utilizan en los supermercados. El mejor ejemplo para entender la relación de este proveedor está en Mercadona. El gigante de la distribución de alimentos busca en el mercado un fabricante que ya tiene una larga trayectoria en el mercado con su propia marca y llega a un acuerdo para que le fabrique con los mismos estándares de calidad pero con el nombre de su marca, en este caso 'Hacendado'.

Shenzhen hace los mismo que los proveedores de Mercadona, pero mientras la empresa de supermercados acude a los líderes en calidad del sector de la pastelería, el aceite etc...con la empresa china se busca ante todo un coste bajo ya que su nivel de calidad no es de las mejores del mercado.

El problema es: ¿a qué precio se debe vender el vidrio que se fabrica en China con el logo de otra empresa? Lo lógico es que sea a precio de vidrio de empresa china y no de la marca que aparece en al serigrafía. Esta información debe conocerla la aseguradora, que paga el 98% de los siniestros de lunas en España