¿Templado o laminado en laterales y traseros? La seguridad debe primar frente al coste en los fabricantes
¿Templado o
laminado en las lunetas laterales y traseras? ¿Coste o seguridad? Desde mi
humilde opinión siempre debe primar la seguridad frente al coste y más cuando
los fabricantes se gastan cada vez más cantidades de dinero en cuidar hasta el
más mínimo detalle que afecta a la seguridad y se ha convertido en un atractivo
más para vender el producto.
Hace unos
días visité el Centro Zaragoza, un oásis de evolución y experimentación en el
mundo de la automoción, y me terminé de convencer sobre la necesidad de que
prolifere el uso de laminado en las ventanas laterales y vidrios traseros. ¿Por
qué? Muy sencillo, en el Centro Zaragoza conocen a la perfección las elevadas
cantidades que le suponen a las aseguradoras los daños físicos cada año y
reducirlos es una labor crucial.
Cualquier
experto en seguridad lo defiende y es de sentido común, si el ocupante del
vehículo en caso de accidente permanece dentro del habitáculo, se reducen las
opciones de daño. Para eso se empezó a utilizar el laminado en los parabrisas y
ha salvado muchas vidas. Las estadísticas demuestran que muchos ocupantes salen
por la ventanas laterales o luneta trasera por el hecho que el templado salta
hecho añicos. Los fabricantes deberían comenzar a saber que el uso del laminado
en todo el vehículo es básico para aumentar la seguridad.
Utilizar el
sentido común, a pesar de que aumentaran algo los costes de fabricación,
aumentaría la seguridad que lo que más se debería buscar.
¿Qué
repercusión tendría en nuestro sector? Sería difícil de valorar. Puede que se
rompieran menos laterales al ser más difícil acabar con sus resistencia, ya que
un templado cae en un segundo y un laminado puede tardar 30 segundos en caer,
pero podría comenzar a repararse estos vidrios, que ahora no tienen más salida
que la sustitución.
Se
contaminaría menos porque seguramente se romperían menos aunque la sustitución
sería más cara para la aseguradora, pero los que buscan las compañías es
reducir lo más posible los daños físicos y esta medida se ajustaría a su
filosofía y objetivo final.
Seguramente
muchos de vosotros no estaréis de acuerdo pero lo que busco con este blog es
que defendáis vuestra opinión e, incluso, me convenzáis si estoy equivocado.
¿Templado o laminado en las lunetas laterales y traseras? ¿Coste o seguridad? Desde mi humilde opinión siempre debe primar la seguridad frente al coste y más cuando los fabricantes se gastan cada vez más cantidades de dinero en cuidar hasta el más mínimo detalle que afecta a la seguridad y se ha convertido en un atractivo más para vender el producto.
Hace unos días visité el Centro Zaragoza, un oásis de evolución y experimentación en el mundo de la automoción, y me terminé de convencer sobre la necesidad de que prolifere el uso de laminado en las ventanas laterales y vidrios traseros. ¿Por qué? Muy sencillo, en el Centro Zaragoza conocen a la perfección las elevadas cantidades que le suponen a las aseguradoras los daños físicos cada año y reducirlos es una labor crucial.
Cualquier experto en seguridad lo defiende y es de sentido común, si el ocupante del vehículo en caso de accidente permanece dentro del habitáculo, se reducen las opciones de daño. Para eso se empezó a utilizar el laminado en los parabrisas y ha salvado muchas vidas. Las estadísticas demuestran que muchos ocupantes salen por la ventanas laterales o luneta trasera por el hecho que el templado salta hecho añicos. Los fabricantes deberían comenzar a saber que el uso del laminado en todo el vehículo es básico para aumentar la seguridad.
Utilizar el sentido común, a pesar de que aumentaran algo los costes de fabricación, aumentaría la seguridad que lo que más se debería buscar.
¿Qué repercusión tendría en nuestro sector? Sería difícil de valorar. Puede que se rompieran menos laterales al ser más difícil acabar con sus resistencia, ya que un templado cae en un segundo y un laminado puede tardar 30 segundos en caer, pero podría comenzar a repararse estos vidrios, que ahora no tienen más salida que la sustitución.
Se contaminaría menos porque seguramente se romperían menos aunque la sustitución sería más cara para la aseguradora, pero los que buscan las compañías es reducir lo más posible los daños físicos y esta medida se ajustaría a su filosofía y objetivo final.
Seguramente muchos de vosotros no estaréis de acuerdo pero lo que busco con este blog es que defendáis vuestra opinión e, incluso, me convenzáis si estoy equivocado.
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