El 'loco rompelunas' vuelve a llenar de trabajo los talleres de cristaleria de Aranda de Duero

El 'loco rompelunas' ha regresado para felicidad de los luneros de Aranda de Duero (Burgos). El pasado mes de octubre fue detenido un individuo que había roto más de un centenar de parabrisas y laterales. El problema parecía solucionado pero cuatro meses después los ciudadanos de esa localidad burgalesa vuelven a sufrir la ira de este desequilibrado que ha decidido llenar los talleres de lunas y chapa de la zona. Lo peor es que la policía asegura que tiene las manos atadas y no puede hacer nada ante esta oleada de nuevas roturas.

El problema de actos vandálicos a los coches estacionados  en las calles de Aranda continúa y en la última semana al igual que ocurrió el pasado, propietarios de vehículos han visto cómo aparecían con cristales rotos o con las ruedas rajadas. La situación es insostenible y difícil de darle una solución desde el ámbito policial, porque todo apunta a que se trata de acciones realizadas por una persona reincidente con problemas mentales.

Cuatro denuncias se registraron en las oficinas de la Policía Nacional hace una semana y, hasta el momento, han sido dos las que se han interpuesto aunque fuentes de la policía local señalan que tienen constancia de que al menos cuatro vehículos han sido dañados en diversos puntos de la capital ribereña y en diferentes momentos. Estaban situados en las calles Antonio Baciero, Alameda, Quinta Julia y en el paseo del Sol.

La policía poco puede hacer para paliar esta situación, ya que al joven no se le han ordenado desde el ámbito judicial medidas cautelares para evitar que los daños sigan ocurriendo y en octubre se le decretaba la libertad con cargos. Y  todo parece depender de la ingesta o no de la medicación del joven que, en una anterior detención por los daños ocasionados en un cajero de una oficina bancaria de Aranda el propio joven aseguró encontrarse en tratamiento médico-psiquiátrico.