Se sabe reparar bien pero el uso de mal material deja en evidencia a buenos reparadores
Análisis del sector (semana 2): "¿Se hacen bien las reparaciones de lunas en España?
Es obligatorio ser un buen reparador ya que las compañías exigen un alto índice de esos trabajos.
La respuesta es que si se hacen bien las reparaciones en la gran mayoría de los casos pero que para que sean mejores se debería apostar por las mejores herramientas y resina para conseguir que sean cada vez mejores.
El sector ha pegado un vuelco en los últimos 13 años, justo desde la llegada de Carglass a nuestro país. Ellos pusieron la reparación en el mapa de la península ibérica y desde entonces todo ha ido a más.
Quien no apueste por la reparación lo tendrá complicado en el futuro, pero no sólo eso sino que hay que reparar y convencer al usuario o asegurado de que es mejor reparar. Es decir, convencer y vencer. Las compañías exigen un alto índice de reparación por cuestión de costes y de ecología y hay que adaptarse a esta realidad. Nadie debe bajar de un 30% de trabajos de reparación si quiere ser visto con buenos ojos.
Sin embargo, reparar mal es relativamente sencillo. Unas buenas manos y unas malas herramientas pueden significar un cliente insatisfecho y una posible reclamación al seguro en cuestión. Por eso hay que pensar que lo barato sale caro. Hay dos máquinas netamente superiores al resto del mercado como las de Glasweld y Glass Medic. Son más caras pero aseguran un trabajo impecable, ya que una mala reparación por ahorrarse unos euros en la compra de la máquina da a veces un resultado negativo.
Cuanto mayor sea el conocimiento del profesional y mejor la calidad del material mejor será el resultado. En España se repara bien pero el ejemplo depotivo sería que si a Jorge Lorenzo le das una moto privada será difícil que sea campeón mundial pero si le proporcionas una Yamaha u Honda oficial será un aspirante al título. Un buen piloto con una mala máquina está vendido mientras un buen profesional con mal material jamás demostrará que es un gran reparador por mucho afán que le ponga. Así que la calidad debe empezar por la luna y por el material con el que se arregla la luna.
La respuesta es que si se hacen bien las reparaciones en la gran mayoría de los casos pero que para que sean mejores se debería apostar por las mejores herramientas y resina para conseguir que sean cada vez mejores.
El sector ha pegado un vuelco en los últimos 13 años, justo desde la llegada de Carglass a nuestro país. Ellos pusieron la reparación en el mapa de la península ibérica y desde entonces todo ha ido a más.
Quien no apueste por la reparación lo tendrá complicado en el futuro, pero no sólo eso sino que hay que reparar y convencer al usuario o asegurado de que es mejor reparar. Es decir, convencer y vencer. Las compañías exigen un alto índice de reparación por cuestión de costes y de ecología y hay que adaptarse a esta realidad. Nadie debe bajar de un 30% de trabajos de reparación si quiere ser visto con buenos ojos.
Sin embargo, reparar mal es relativamente sencillo. Unas buenas manos y unas malas herramientas pueden significar un cliente insatisfecho y una posible reclamación al seguro en cuestión. Por eso hay que pensar que lo barato sale caro. Hay dos máquinas netamente superiores al resto del mercado como las de Glasweld y Glass Medic. Son más caras pero aseguran un trabajo impecable, ya que una mala reparación por ahorrarse unos euros en la compra de la máquina da a veces un resultado negativo.
Cuanto mayor sea el conocimiento del profesional y mejor la calidad del material mejor será el resultado. En España se repara bien pero el ejemplo depotivo sería que si a Jorge Lorenzo le das una moto privada será difícil que sea campeón mundial pero si le proporcionas una Yamaha u Honda oficial será un aspirante al título. Un buen piloto con una mala máquina está vendido mientras un buen profesional con mal material jamás demostrará que es un gran reparador por mucho afán que le ponga. Así que la calidad debe empezar por la luna y por el material con el que se arregla la luna.













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