Dos trabajadores estuvieron a punto de morir por llevar 1.750 kilos en lugar de 1.500 y no informar de esa restricción
Pilkington es declarada culpable de un grave accidente por no informar a sus trabajadores del límite de carga de un carro en una fábrica británica
El vidrio es una mercancia peligrosa y debe ser tratada con
mucho cuidado. En Infoluna nos consta que se trabaja con enorme responsabilidad
en el apartado de riesgos laborales y se trata con enorme profesionalidad, algo
que no ha pasado en la fábrica de Bristol (Reino Unido) de Pilkington.![[Img #2396]](upload/img/periodico/img_2396.jpg)
La empresa británica ha sido declarada culpable por un grave
accidente que estuvo a punto de acabar con la vida de dos de sus trabajadores.
El 30 de junio de 2010 uno de los carros que transportan las piezas de vidrio
volcó y rajó a los dos operarios que llevaban la carga. Afortunadamente no les
sesgó la vida pero uno recibió 72 puntos de sutura en una de sus piernas, ha
tenido que ser operado varias veces de su rodilla derecha no ha podido volver
aún al trabajo. El otro trabajador tardó seis meses en regresar tras superar
numerosos cortes, uno de llos en el cuello que pudo haberle matado.
El tribunal de Bristol ha culpabilizado a Pilkington por no
haber informado a sus trabajadores de que el carro sólo podía cargar como
máximo 1.500 kilos y que cualquier kilo más podía desequilibrar la carga y
provocar el accidente. Cuando se produjo el hecho, el carro llevaba 1.750 kilos
y por eso volcó.
Pilkington ha reconocido su erro al no informar a sus
trabajadores y tendrá que pagar una multa y una indemnización a ambos
trabajadores.
Este ejemplo demuestra que a veces es necesario un accidente
para que algunas empresas reacciones en el apartado de riesgos laborales, algo
que se debería evitar.
El vidrio es una mercancia peligrosa y debe ser tratada con
mucho cuidado. En Infoluna nos consta que se trabaja con enorme responsabilidad
en el apartado de riesgos laborales y se trata con enorme profesionalidad, algo
que no ha pasado en la fábrica de Bristol (Reino Unido) de Pilkington.![[Img #2396]](upload/img/periodico/img_2396.jpg)
La empresa británica ha sido declarada culpable por un grave accidente que estuvo a punto de acabar con la vida de dos de sus trabajadores. El 30 de junio de 2010 uno de los carros que transportan las piezas de vidrio volcó y rajó a los dos operarios que llevaban la carga. Afortunadamente no les sesgó la vida pero uno recibió 72 puntos de sutura en una de sus piernas, ha tenido que ser operado varias veces de su rodilla derecha no ha podido volver aún al trabajo. El otro trabajador tardó seis meses en regresar tras superar numerosos cortes, uno de llos en el cuello que pudo haberle matado.
El tribunal de Bristol ha culpabilizado a Pilkington por no haber informado a sus trabajadores de que el carro sólo podía cargar como máximo 1.500 kilos y que cualquier kilo más podía desequilibrar la carga y provocar el accidente. Cuando se produjo el hecho, el carro llevaba 1.750 kilos y por eso volcó.
Pilkington ha reconocido su erro al no informar a sus trabajadores y tendrá que pagar una multa y una indemnización a ambos trabajadores.
Este ejemplo demuestra que a veces es necesario un accidente para que algunas empresas reacciones en el apartado de riesgos laborales, algo que se debería evitar.












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