La homologación de las lunas chinas no significa que se pueda equiprara la calidad del material
Parabrisas chinos vs. Parabrisas europeos
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Desde Infoluna queremos dar nuestra opinión sobre una
polémica que se ha desatado en el sector y que lleva debatiéndose desde hace
mucho tiempo sobre la diferencia de calidad entre los parabrisas chinos que
llegan a España en una cifra muy elevada frente a los parabrisas europeos y la
diferencia entre las fábricas chinas y las fábricas de las grandes compañías
europeas que están instaladas en China.
Hay que indicar que los parabrisas chinos que llegan a
España cumplen con la R43, así que en ese sentido son legales totalmente, otra
cosa es que se quiera comparar la calidad de fabricación y de material respecto
a los que se fabrican en Europa en fábricas como las de Saint Gobain Sekurit,
Pilkington o Guardian, por ejemplo.
En China cada vez se hacen mejor las cosas, aunque siempre
copiando lo avanzado en Europa y una copia es difícil que mejore al original, por
eso aún hay distancia en la calidad del
acabado de la mayoría de los productos y eso se plasma desde el calzado, el
textil o los recambios de automoción. Hace un mes se realizó una prueba de frenado
en mojado con la mejor marca de neumáticos chinos frente a una marca europea y
la diferencia fue de casi 10 metros en una frenada de emergencia. A primera
vista el neumático parece igual de bueno y está homologado, algo que pasa con
los parabrisas del gigante asiático frente a los materiales europeos.
Las calidades se pagan y por eso una marca china vende sus
lunas a 25 euros y una europea más caro. Las diferencias van más allá, ya que
las lunas chinas son copias del molde original por lo que hay diferencias
milimétricas que pueden llegar a pequeños problemas de montaje. Además, una
luna europea viene avalada por una alta eficiencia tecnológica en su proceso de
fabricación, una alta inversión en I+D y
son fábricas acostumbradas a stándares de calidad altísimos marcados por los
grandes fabricantes de automóviles que no pasan ni una, algo que en China aún
no es normal, ya que los fabricantes chinos de coches no tienen una exigencias
altas de calidad en su país. En China aún están a una década de distancia en
términos de seguridad y calidad en la fabricación.
Utilizar lunas chinas en los talleres españoles no es ni
mucho menos una irresponsabilidad, son lunas homologadas 100% pero la
diferencia con una europea es aún notable en cuanto a eficiencia, resistencia,
valor añadido, facilidad en el montaje y durabilidad en el tiempo, algo
fundamental en un elemento de seguridad activa como el transmisor de
información para el conductor.
En una época en la que las aseguradoras ofrecen a sus clientes
que su valor es la mayor calidad frente a la competencia y cuando se va a
comenzar pronto a peritar y auditar más las lunas que se utilizan, tiene más
sentido apostar por los grandes distribuidores. Como decía Miguel Sousa,
director general de Sain Gobain Autover “no es lo mismo comprar en el Corte
Inglés un polo de marca que en una tienda donde lo han copiado, aunque valga
tres veces menos”. Las compañías, además, piensan tarificar menos una
sustitución si es con una luna china o una luna original europea. Esas tarifas
están por determinar pero puede ser una gran diferencia en precio y
comprometerá la relación futura con la aseguradora y el prestigio del taller.
No es una opinión de este portal sino una realidad que llega y a la que todos
los talleres deben estar preparados.
Desde Infoluna queremos dar nuestra opinión sobre una polémica que se ha desatado en el sector y que lleva debatiéndose desde hace mucho tiempo sobre la diferencia de calidad entre los parabrisas chinos que llegan a España en una cifra muy elevada frente a los parabrisas europeos y la diferencia entre las fábricas chinas y las fábricas de las grandes compañías europeas que están instaladas en China.
Hay que indicar que los parabrisas chinos que llegan a España cumplen con la R43, así que en ese sentido son legales totalmente, otra cosa es que se quiera comparar la calidad de fabricación y de material respecto a los que se fabrican en Europa en fábricas como las de Saint Gobain Sekurit, Pilkington o Guardian, por ejemplo.
En China cada vez se hacen mejor las cosas, aunque siempre copiando lo avanzado en Europa y una copia es difícil que mejore al original, por eso aún hay distancia en la calidad del acabado de la mayoría de los productos y eso se plasma desde el calzado, el textil o los recambios de automoción. Hace un mes se realizó una prueba de frenado en mojado con la mejor marca de neumáticos chinos frente a una marca europea y la diferencia fue de casi 10 metros en una frenada de emergencia. A primera vista el neumático parece igual de bueno y está homologado, algo que pasa con los parabrisas del gigante asiático frente a los materiales europeos.
Las calidades se pagan y por eso una marca china vende sus lunas a 25 euros y una europea más caro. Las diferencias van más allá, ya que las lunas chinas son copias del molde original por lo que hay diferencias milimétricas que pueden llegar a pequeños problemas de montaje. Además, una luna europea viene avalada por una alta eficiencia tecnológica en su proceso de fabricación, una alta inversión en I+D y son fábricas acostumbradas a stándares de calidad altísimos marcados por los grandes fabricantes de automóviles que no pasan ni una, algo que en China aún no es normal, ya que los fabricantes chinos de coches no tienen una exigencias altas de calidad en su país. En China aún están a una década de distancia en términos de seguridad y calidad en la fabricación.
Utilizar lunas chinas en los talleres españoles no es ni mucho menos una irresponsabilidad, son lunas homologadas 100% pero la diferencia con una europea es aún notable en cuanto a eficiencia, resistencia, valor añadido, facilidad en el montaje y durabilidad en el tiempo, algo fundamental en un elemento de seguridad activa como el transmisor de información para el conductor.
En una época en la que las aseguradoras ofrecen a sus clientes que su valor es la mayor calidad frente a la competencia y cuando se va a comenzar pronto a peritar y auditar más las lunas que se utilizan, tiene más sentido apostar por los grandes distribuidores. Como decía Miguel Sousa, director general de Sain Gobain Autover “no es lo mismo comprar en el Corte Inglés un polo de marca que en una tienda donde lo han copiado, aunque valga tres veces menos”. Las compañías, además, piensan tarificar menos una sustitución si es con una luna china o una luna original europea. Esas tarifas están por determinar pero puede ser una gran diferencia en precio y comprometerá la relación futura con la aseguradora y el prestigio del taller. No es una opinión de este portal sino una realidad que llega y a la que todos los talleres deben estar preparados.
florazul | Viernes, 29 de Junio de 2012 a las 13:12:40 horas
para los mercenarios de este sector que no pondrian un parabrisas chino en su coche propio ni de coña, luego se preguntan porque les baja el trabajo....para ganar un cliente hay que trabajar con calidad y honradez y cuesta mucho trabajo y tiempo para que confien en ti. Y engañando se pierde muy rapido y ese comentario negativo se multiplica entre otros usuarios mas rapido de lo que cuesta hacerse con una buena fama. un dia iremos a la oficina del jefe y nos encontraremos con un chino tambien de jefe.
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