Las compañías americanas persiguen la sobrefacturación por las diferentes calidades del vidrio
Un cristalero americano llegó a facturar 810 euros por un parabrisas de 38 euros en un fraude de recambio original por aftermarket con 4.800 casos
![[Img #2709]](upload/img/periodico/img_2709.png)
Hace poco menos de un mes publicamos una sentencia que
fallaba que un cristalero americano llamado Michael Alan Perkins debía
restituir 1,6 millones de dólares (874.000 dólares) por haber facturado 4.800 parabrisas no
originales como originales a tres grandes aseguradoras americanas.
Este caso ha hecho que las compañías americanas, que no
prestaban excesiva atención al departamento de siniestro de lunas, se hayan
dado cuenta que deben aumentar la “vigilancia” a los talleres ya que que han
comprobado que muchos de los casos estudiados son realmente escandalosos.
El ejemplo más palpable y contundente que han expuesto es el
de un parabrisas de un Lexus 1999 R200. Esta luna se facturó a un precio de 810
euros. Sin embargo al peritar la luna con el dueño del vehículo se comprobó que
en su lugar se había colocado una luna de 38 euros, a años luz en calidad de la
original que requería el trabajo.
En Estados Unidos se tarifica según la calidad del vidrio y
se ha intensificado la persecución del fraude que supone instalar una luna de
inferior calidad a la facturada. No obligan a que se ponga una luna original
pero si el taller decide poner una luna no orginal sabe que debe facturar con
un precio inferior.
Ya existe jurisprudencia por estos hechos y cualquier taller
que sea denunciado y se compruebe que ha facturado por encima recibirá una
sentencia que haga devolver el dinero y puede ser penado con un año de cárcel y
servicios a la comunidad.
![[Img #2709]](upload/img/periodico/img_2709.png)
Hace poco menos de un mes publicamos una sentencia que fallaba que un cristalero americano llamado Michael Alan Perkins debía restituir 1,6 millones de dólares (874.000 dólares) por haber facturado 4.800 parabrisas no originales como originales a tres grandes aseguradoras americanas.
Este caso ha hecho que las compañías americanas, que no prestaban excesiva atención al departamento de siniestro de lunas, se hayan dado cuenta que deben aumentar la “vigilancia” a los talleres ya que que han comprobado que muchos de los casos estudiados son realmente escandalosos.
El ejemplo más palpable y contundente que han expuesto es el de un parabrisas de un Lexus 1999 R200. Esta luna se facturó a un precio de 810 euros. Sin embargo al peritar la luna con el dueño del vehículo se comprobó que en su lugar se había colocado una luna de 38 euros, a años luz en calidad de la original que requería el trabajo.
En Estados Unidos se tarifica según la calidad del vidrio y se ha intensificado la persecución del fraude que supone instalar una luna de inferior calidad a la facturada. No obligan a que se ponga una luna original pero si el taller decide poner una luna no orginal sabe que debe facturar con un precio inferior.
Ya existe jurisprudencia por estos hechos y cualquier taller que sea denunciado y se compruebe que ha facturado por encima recibirá una sentencia que haga devolver el dinero y puede ser penado con un año de cárcel y servicios a la comunidad.












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