(INFOLUNA EN USA) Antonio Gálvez y José Manuel Llano se juegan el oro de la mejor competición del mundo ante el estadounidense Chris Smith
Alonso, Nadal, laselección de fútbol, la de basket...y ahora dos españoles en la final del Mundial de la reparación
“Si es que allá donde vamos nos metemos en la final, da igual
de la disciplina que sea, después del Mundial de fútbol nos toca a nosotros”. Lo
decían a modo de anécdota graciosa los propios técnico españoles de reparación
de parabrisas tras comprobar que de doce participantes y tras deliberar el
exigente jurado de la Autoglass Week, la olimpiada americana de la reparación,
dos españoles estarían hoy frente a un técnico estadounidense para jugarse el
título de mejor reparador del mundo.
La competición, organizada por varias asociaciones
americanas de la cristalería, dejó atónitos a muchos estadounidenses presentes
que veían a los españoles como un
toque exótico frente a los suyos, pero los
nuestros demostraron que en España se sabe reparar y se sabe dar servicio.
La competición es una sucesión de pruebas que
buscan la
excelencia y desechan la falta de recursos. En todas los españoles
rayaron a gran
altura. Aunque a la final pasaron el asturiano José Manuel Llano (150
puntos, 1º) y el aragonés
Antonio Gálvez (147 puntos, 2º, el resto recibió una nota alta en todas
las pruebas y a punto estuvo de verse un histórico pleno de tres
españoles en el podio.
El primer obstáculo es una prueba escrita “hecha para
buscarte la vueltas”, como aseguraba uno de los españoles. Una vez superada
esta fase de conocimientos, llega la prueba definitiva, la que combina la
pericia y eficacia de la reparación y la capacidad de captación y servicio al cliente.
Los jueces americanos son mu puntillosos y pequeños detalles cuentan para mal.
En ese sentido los españoles fueron muy escrupulosos y se ganaron a los “huesos”
americanos.
En un recinto espectacular en la ciudad que vio nacer a
Elvis Presley, pudimos vivir un ambiente impresionante, con cerca de un cetenar
de expositores de todo Estados Unidos y miles de asistentes al evento. En ese
maravilloso recinto y bajo la mirada de miles de profesionales del sector, Antonio
Gálvez y José Manuel Llano repararon excepcionalmente chinazos con muchas
trampas y ofrecieron un perfil de excelencia en el servicio de alta calidad,
algo que convenció al jurado para situarles por encima del mismísimo campeón
mundial y referencia en el sector como es Randy Olson.
El americano pudo ver la labor de los dos finalistas
españoles, al tocarle la primera tanda y competir él en la segunda y reconoció
haberse quedado sorprendido por “el altísimo nivel de los españoles”.
Hoy se disputa la final en Memphis y esperamos que otro
título llegue a nuestro país. Eso sí, la plata y el bronce ya están asegurados
pero en España ya no hemos acostumbrado al oro y es difícil bajarse de arriba
¿verdad?
“Si es que allá donde vamos nos metemos en la final, da igual de la disciplina que sea, después del Mundial de fútbol nos toca a nosotros”. Lo decían a modo de anécdota graciosa los propios técnico españoles de reparación de parabrisas tras comprobar que de doce participantes y tras deliberar el exigente jurado de la Autoglass Week, la olimpiada americana de la reparación, dos españoles estarían hoy frente a un técnico estadounidense para jugarse el título de mejor reparador del mundo.
La competición, organizada por varias asociaciones
americanas de la cristalería, dejó atónitos a muchos estadounidenses presentes
que veían a los españoles como un toque exótico frente a los suyos, pero los
nuestros demostraron que en España se sabe reparar y se sabe dar servicio.
La competición es una sucesión de pruebas que buscan la excelencia y desechan la falta de recursos. En todas los españoles rayaron a gran altura. Aunque a la final pasaron el asturiano José Manuel Llano (150 puntos, 1º) y el aragonés Antonio Gálvez (147 puntos, 2º, el resto recibió una nota alta en todas las pruebas y a punto estuvo de verse un histórico pleno de tres españoles en el podio.
El primer obstáculo es una prueba escrita “hecha para buscarte la vueltas”, como aseguraba uno de los españoles. Una vez superada esta fase de conocimientos, llega la prueba definitiva, la que combina la pericia y eficacia de la reparación y la capacidad de captación y servicio al cliente. Los jueces americanos son mu puntillosos y pequeños detalles cuentan para mal. En ese sentido los españoles fueron muy escrupulosos y se ganaron a los “huesos” americanos.
En un recinto espectacular en la ciudad que vio nacer a Elvis Presley, pudimos vivir un ambiente impresionante, con cerca de un cetenar de expositores de todo Estados Unidos y miles de asistentes al evento. En ese maravilloso recinto y bajo la mirada de miles de profesionales del sector, Antonio Gálvez y José Manuel Llano repararon excepcionalmente chinazos con muchas trampas y ofrecieron un perfil de excelencia en el servicio de alta calidad, algo que convenció al jurado para situarles por encima del mismísimo campeón mundial y referencia en el sector como es Randy Olson.
El americano pudo ver la labor de los dos finalistas españoles, al tocarle la primera tanda y competir él en la segunda y reconoció haberse quedado sorprendido por “el altísimo nivel de los españoles”.
Hoy se disputa la final en Memphis y esperamos que otro título llegue a nuestro país. Eso sí, la plata y el bronce ya están asegurados pero en España ya no hemos acostumbrado al oro y es difícil bajarse de arriba ¿verdad?
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