Enero ahonda la crisis en el sector ante el canibalismo de talleres de chapa y concesionarios, una climatología benigna y la presión de las aseguradoras

Enero termina con un nuevo descenso en el número de siniestros de lunas. “Cada vez hay menos trabajo y una competencia increíble”, nos asegura un taller de Cristalbox en el centro de Sevilla. La misma opinión tiene un taller independiente e Murcia con el que nos ponemos en contacto: “2011 fue malo y en enero de 2012 vemos que la cosa no va mucho mejor, hay que aguantar y esperar que a partir de ahora las cosas mejoren”.

Enero de 2011 ha sido peor que este mismo mes de hace un año. Hay numerosas razones que explican esta situación que no pasaban hace un año en la misma situación de crisis. El mes de enero de 2011 fue más frío, se rompieron más lunas por esta cuestión y los talleres de chapa y los concesionarios no se habían lanzado aún con tanta agresividad hacia la captación de los siniestros de lunas.

Los talleres especialistas se están viendo atropellados por las campañas de regalos de concesionarios y de talleres de chapa y los asegurados están llegando a estos talleres atraídos por estas promociones sin saber que el trabajo que le están realizando puede tener graves consecuencias en su seguridad y en la comodidad, ya que un mal trabajo puede llevar a ruidos, humedades etc..por no hablar de la calidad de las lunas que se están poniendo en los talleres de chapa, en algunos casos hasta de desguace.

Si a esto unimos que los compañías aseguradoras están apretando en la reducción de costes, queda un panorama complicado.

Las grandes redes del sector pueden aguantar gracias a sus conciertos con las grandes compañías aseguradoras, pero los independientes pelean muy solos en una realidad como la de 2012 en la que se ha asentado el canibalismo con tal de conseguir una luna rota que facturar a la aseguradora.