La muerte en Chile de una famosa periodista tras una pedrada en una luna aftermarket lleva a las autoridades a reclamar el uso de parabrisas originales tras demostrar su mayor nivel de seguridad

Un enorme escándalo ha surgido en Chile en torno al sector de la cristalería del automóvil. La muerte de una famosa periodista del país sudamericano tras recibir la luna de su vehículo una pedrada lanzada por un niño de 11 años desde un puente ha destapado las diferencias de calidad entre los parabrisas originales y alternativos.

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La piedra traspasó el laminado del parabrisas y causó la muerte al instante de la periodista. Tras investigar el hecho, la policía descubrió que lo que le habían colocado con su seguro como un parabrisas original era un parabrisas homologado alternativo que no cumplía con las características de la luna de origen del vehículo o de la luna original.

Según un operario de un taller de lunas chileno, la bajada de costes por parte de las aseguradoras ha llevado a los talleres a “engañarles” con miles de lunas alternativas a las que le ponen el logo original de la marca, con el consiguiente grave problema de seguridad.

“Las aseguradoras no tienen idea. Uno hace el contacto con la compañía de seguros, se presenta como proveedor, como taller, y las compañías al ver que está el repuesto como vidrio y la rapidez en que lo dan instalado mandan al asegurado con na orden de trabajo, previamente cotizado, como parabrisas original”, explica el ex trabajador de uno de esos talleres.

Los investigadores  han determinado que “existen grandes diferencias de seguridad entre un vidrio original y uno que no cumple las exigencias de la marca, tanto en calidad óptica como en resistencia”