El profesional que ha convencido a las aseguradoras americanas
Bob Beranek: "Instalar un parabrisas puede ser una cuestión de vida o muerte y no lo puede realizar cualquier taller"
Bob Beranek pasa por ser uno de los profesionales más
reconocidos en la cristalería del automóvil en todo el mundo. Ha excrito el
único libro relacionado con la sustitución y reparación de parabrisas que
existe y creó en 1992 la consultora más importante del sector.
Beranek es el artífice de que en Estados Unidos las
aseguradoras hayan dejado de confiar en los talleres de chapa a la hora de
instalar y reparar parabrisas, les ha convencido de que la seguridad y, en
consecuencia, las vidas de los que van en un coche depende en gran medida de la
instalación de los parabrisas.
Beranek es contundente: “Una buena instalación es una
cuestión de vida a muerte y su instalación la debe realizar un profesional bien formado, no alguien que recibe dos clases prácticas”.
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En Estados Unidos, para certificar a un instalador hay
que demostrar que al menos un 50% de la facturación proviene de las lunas, se
comprueba con lunas complicadas de instalar cómo trabaja el taller y se
descarta a una gran cantidad de talleres que no tienen ni formación ni ganas de
tenerla.
Bob Beranek pasa por ser uno de los profesionales más reconocidos en la cristalería del automóvil en todo el mundo. Ha excrito el único libro relacionado con la sustitución y reparación de parabrisas que existe y creó en 1992 la consultora más importante del sector.
Beranek es el artífice de que en Estados Unidos las aseguradoras hayan dejado de confiar en los talleres de chapa a la hora de instalar y reparar parabrisas, les ha convencido de que la seguridad y, en consecuencia, las vidas de los que van en un coche depende en gran medida de la instalación de los parabrisas.
Beranek es contundente: “Una buena instalación es una cuestión de vida a muerte y su instalación la debe realizar un profesional bien formado, no alguien que recibe dos clases prácticas”.
En Estados Unidos, para certificar a un instalador hay que demostrar que al menos un 50% de la facturación proviene de las lunas, se comprueba con lunas complicadas de instalar cómo trabaja el taller y se descarta a una gran cantidad de talleres que no tienen ni formación ni ganas de tenerla.
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