Otro taller de la red Agilglass toma partida
"Será el cliente quien diga si uno es un buen profesional en 15 días pero es prácticamente imposible"
Entendiendo como profesional la persona que ejerce una profesión con relevante capacidad y aplicación, según el diccionario de la Real Academia de la Lengua, y por tanto persona que requiere un conocimiento especializado y un control sobre el contenido de trabajo, es evidente que en 15 días nadie puede ser profesional por los siguientes motivos:
1. Se debe conocer bien el funcionamiento económico del sector. Esto implica conocer descuento de compañías, precio del cristal, portes, etc.
2. Analizar el mercado, es decir, la competencia y la ubicación de la empresa por densidad de población.
Con las franquicias se deben analizar bien las claúsulas o condiciones que nos ponen, puesto que puede que no se elija bien la franquicia, ya que hay que tener claro todas las claúsulas o condiciones (royalties, cánones de entrada…) que se especifican en el contrato que se firma con la franquicia, ya que puede no nos interese ser franquiciados
3. Conocimiento técnico del sector profesional. Esto significa, entre otras cosas:
· Conocer los distintos cristales de las diferentes marcas (por ejemplo tipos de PB, lunetas, molduras, descendientes, fijos…).
· Saber desmontar tapicerías, chapas torpedo…para poder acceder al cristal y sustituirlo.
· Hacer un correcto sellado del nuevo cristal que se pone para garantizar un buen trabajo realizado, evitando que sobresalga la pasta, entradas de agua…
Por todo ello y otras muchas cosas que podríamos señalar, en 15 días es prácticamente imposible ser un profesional de cualquier actividad, ya que todos los días estamos expuestos a nuevas situaciones, a la evolución tecnológica del mercado y finalmente el que determina si somos o no profesionales es el cliente.
Entendiendo como profesional la persona que ejerce una profesión con relevante capacidad y aplicación, según el diccionario de la Real Academia de la Lengua, y por tanto persona que requiere un conocimiento especializado y un control sobre el contenido de trabajo, es evidente que en 15 días nadie puede ser profesional por los siguientes motivos:
1. Se debe conocer bien el funcionamiento económico del sector. Esto implica conocer descuento de compañías, precio del cristal, portes, etc.
2. Analizar el mercado, es decir, la competencia y la ubicación de la empresa por densidad de población.
Con las franquicias se deben analizar bien las claúsulas o condiciones que nos ponen, puesto que puede que no se elija bien la franquicia, ya que hay que tener claro todas las claúsulas o condiciones (royalties, cánones de entrada…) que se especifican en el contrato que se firma con la franquicia, ya que puede no nos interese ser franquiciados
3. Conocimiento técnico del sector profesional. Esto significa, entre otras cosas:
· Conocer los distintos cristales de las diferentes marcas (por ejemplo tipos de PB, lunetas, molduras, descendientes, fijos…).
· Saber desmontar tapicerías, chapas torpedo…para poder acceder al cristal y sustituirlo.
· Hacer un correcto sellado del nuevo cristal que se pone para garantizar un buen trabajo realizado, evitando que sobresalga la pasta, entradas de agua…
Por todo ello y otras muchas cosas que podríamos señalar, en 15 días es prácticamente imposible ser un profesional de cualquier actividad, ya que todos los días estamos expuestos a nuevas situaciones, a la evolución tecnológica del mercado y finalmente el que determina si somos o no profesionales es el cliente.
Vicente | Lunes, 15 de Octubre de 2012 a las 20:39:08 horas
Estoy completamente de acuerdo con su opinión. Es imposible que en solo quince días una persona pueda ser llamada profesional de este sector, no obstante, conozco a más de un compañero que no le han dado ni siquiera esos quince días de aprendizaje (que todavía es peor) y después quieren los responsables del taller que sea un perfecto profesional cuando ni siquiera ha tenido un mínimo de ayuda. Pero claro, así va más de uno, queriendo sacar provecho de los demás y al poco tiempo echandolos a la calle, porque según ellos, no cumplen los objetivos. En fín, pienso que deberían tener más conciencia con los empleados, que en la gran mayoría de talleres son los que dan la cara al cliente y que gracias a muchos de ellos subsiste dicho taller y no por sus "jefes" que lo único que hacen es darse una vueltecita de vez en cuando a recoger el dinerito de la caja y hasta luego Lucas (que ya volveré a pasar el mes que viene a ver cuando hay en la caja). Ni son empresarios, ni nada de nada. Eso en mi pueblo se llama, sacar tajada de donde pueda sin importar el daño que le haga al taller, a sus clientes y a sus empleados.
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