Joaquín Gómez (Auto Carrascosa): "¿Se puede ser eficiente y dar calidad?, nadie da duros a cuatro pesetas"

Joaquín Gómez, jefe de taller de Auto Carrascosa, en Alicante, publicaba hace unos días en www.infotaller.tv un interesante artículo sobre la relaci´n entre el coste medio y la calidad tras haber estado en un foro con compañías asegradoras:


"Hace unas semanas tuvo lugar en Valencia la reunión anual de talleres de la red Repanet de la marca de pinturas Standox. Dentro de la estrategia de la marca, pudimos convivir esos dos días con los responsables de algunas aseguradoras que expresaron con total sinceridad lo que desean de nosotros los talleres.


Luis Suárez representando a Línea Directa Aseguradora, Luis Gargallo a Reale, Fermín Hevia a Balumba y Luis Chao representando a la red de talleres Repanet. Por lo menos se demostró que el diálogo es posible y que no queda otra que trabajar juntos. Nos necesitamos mutuamente, aunque existe alguna distancia entre lo que ambos deseamos.


Su mayor deseo es controlar el coste medio por reparación y, si es posible, disminuirlo. En eso sí coincidimos, nosotros también queremos controlar y disminuir nuestro coste medio, aunque no es el mismo que el de ellos. El secreto está en cómo conseguirlo, revisar nuestros procesos, ser más eficientes, etc. Pero, ¿la eficiencia tiene un límite? No sé si es posible llegar a un nivel de eficiencia en el cual tengamos ya poco recorrido, que es donde creo que ya estamos. Cierto es que todo evoluciona y cada día aparecen nuevas técnicas y maquinaria que van en esa dirección, pero todo tiene un límite.

 
Por mi parte, realizaré el esfuerzo necesario para ser cada día más eficiente. Mi empresa y yo mismo nos lo ponemos como una obligación cada día que abrimos la puerta, pero nunca sacrificaremos calidad por eficiencia. Siempre que el equilibrio sea respetado, todo perfecto. ¿Se puede ser eficiente y dar calidad? Sí, la clave está en conocer los límites. Como bien dijo uno de los participantes “quiero un iPhone al mejor precio”, pero mi abuelo siempre decía “nadie da duros a cuatro pesetas”.