Este sector puede generar 445 millones anuales
El renting se presenta como clave para el futuro de los talleres
En un momento en el que la crisis está provocando un descenso en las
reparaciones, reduciendo en más de un 15% los pasos por el taller, se hace
necesario tomar medidas para salvar la rentabilidad del negocio y, entre ellas,
el vehículo de empresa debe ocupar un lugar primordial. Así, las flotas
corporativas pueden generar a la posventa una facturación potencial de 445
millones de euros anuales, asegurando un volumen de clientes fijos sin apenas
morosidad, según estimaciones de Arval, compañía de renting del grupo BNP
Paribas.
En esta nueva estrategia de negocio no
basta con consolidar la cartera de clientes, sino que es imprescindible ampliar
horizontes volviendo la mirada hacia el vehículo de empresa, mejor cuidado
y mantenido, máxime ahora que con la caída continuada de las ventas en el canal
de particulares, representa ya el 35% del mercado.
En este sentido, según
datos del Informe del Vehículo de Empresa (CVO), promovido por Arval, mientras los vehículos privados
restringen sus pasos por el taller a las intervenciones estrictamente mecánicas
siempre y cuando no superen su valor venal, los de empresa registran
una media de 1,6 entradas al año para mantenimientos rutinarios y
reparaciones de todo tipo, convirtiéndolos en una oportunidad de negocio seguro
para los profesionales de la posventa.
De hecho, el número de
vehículos corporativos con contratos de mantenimiento y garantía de
reparación del fabricante triplica al de particulares, garantizando no solo
revisiones de neumáticos o cambios de aceite, sino arreglos de golpes de
aparcamiento y roturas de lunas, que son las averías más habituales entre los
conductores de coches de empresa y que con frecuencia quedan sin reparar en los
privados.
Concretamente, según el
CVO, el 84% de los coches de empresa pasaron por el taller el año pasado para
mantenimientos rutinarios y el 42% lo hizo para cambio de neumáticos. Además,
el 44% reparó la chapa por algún golpe al aparcar, mientras que el 21% necesitó
lunas nuevas. El 37% de estas intervenciones se realizaron en talleres
oficiales, los cuales absorben el 67% de las reparaciones de coches menores
de cuatro años, que son precisamente los que dejan mayor rentabilidad al taller
con una factura media de 1.000 euros.
Los grandes retos
Estas razones son las
que han llevado a Arval por su
posicionamiento en el sector -con una flota de casi 80.000 vehículos
financiados- a desvelar los retos que deben afrontar los talleres para
conseguir atraer a las compañías de renting y convertir el vehículo de empresa
en salvavidas de sus negocios.
Para el director de
Operaciones de Arval, César Estrela,
"los retos son muchos pero pueden sintetizarse en tres; disponer de los
medios necesarios para compartir información con todos los actores involucrados
en un servicio posventa; introducir las bondades de la tecnología para ofrecer
servicios de valor añadido para los actores y automatizar procesos; y,
finalmente, entender que, ante una empresa o conductor, el taller y la compañía
de renting son uno sólo y solo una perfecta simbiosis generará un alto grado de
satisfacción en los clientes finales".
En un momento en el que la crisis está provocando un descenso en las reparaciones, reduciendo en más de un 15% los pasos por el taller, se hace necesario tomar medidas para salvar la rentabilidad del negocio y, entre ellas, el vehículo de empresa debe ocupar un lugar primordial. Así, las flotas corporativas pueden generar a la posventa una facturación potencial de 445 millones de euros anuales, asegurando un volumen de clientes fijos sin apenas morosidad, según estimaciones de Arval, compañía de renting del grupo BNP Paribas.
En esta nueva estrategia de negocio no basta con consolidar la cartera de clientes, sino que es imprescindible ampliar horizontes volviendo la mirada hacia el vehículo de empresa, mejor cuidado y mantenido, máxime ahora que con la caída continuada de las ventas en el canal de particulares, representa ya el 35% del mercado.
En este sentido, según datos del Informe del Vehículo de Empresa (CVO), promovido por Arval, mientras los vehículos privados restringen sus pasos por el taller a las intervenciones estrictamente mecánicas siempre y cuando no superen su valor venal, los de empresa registran una media de 1,6 entradas al año para mantenimientos rutinarios y reparaciones de todo tipo, convirtiéndolos en una oportunidad de negocio seguro para los profesionales de la posventa.
De hecho, el número de vehículos corporativos con contratos de mantenimiento y garantía de reparación del fabricante triplica al de particulares, garantizando no solo revisiones de neumáticos o cambios de aceite, sino arreglos de golpes de aparcamiento y roturas de lunas, que son las averías más habituales entre los conductores de coches de empresa y que con frecuencia quedan sin reparar en los privados.
Concretamente, según el CVO, el 84% de los coches de empresa pasaron por el taller el año pasado para mantenimientos rutinarios y el 42% lo hizo para cambio de neumáticos. Además, el 44% reparó la chapa por algún golpe al aparcar, mientras que el 21% necesitó lunas nuevas. El 37% de estas intervenciones se realizaron en talleres oficiales, los cuales absorben el 67% de las reparaciones de coches menores de cuatro años, que son precisamente los que dejan mayor rentabilidad al taller con una factura media de 1.000 euros.
Los grandes retos
Estas razones son las que han llevado a Arval por su posicionamiento en el sector -con una flota de casi 80.000 vehículos financiados- a desvelar los retos que deben afrontar los talleres para conseguir atraer a las compañías de renting y convertir el vehículo de empresa en salvavidas de sus negocios.
Para el director de Operaciones de Arval, César Estrela, "los retos son muchos pero pueden sintetizarse en tres; disponer de los medios necesarios para compartir información con todos los actores involucrados en un servicio posventa; introducir las bondades de la tecnología para ofrecer servicios de valor añadido para los actores y automatizar procesos; y, finalmente, entender que, ante una empresa o conductor, el taller y la compañía de renting son uno sólo y solo una perfecta simbiosis generará un alto grado de satisfacción en los clientes finales".
jonathan crespo ballesta | Martes, 04 de Febrero de 2014 a las 15:16:19 horas
tengo un taller grande i me gustaria colaborar con algun renting
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