Será juez y parte y decidirán si hay un problema y le darán la solución en sus instalaciones
Los talleres de lunas saldrían perjudicados si los concesionarios se convierten en estaciones de ITV
Abrir la ITV a los concesionarios no es una buena noticia para los talleres
en general y para los especialistas de lunas en particular. Que los talleres
oficiales puedan llegar a conseguir hacer la inspección técnica de vehículos
significará que muchos de los trabajos que llegan a los talleres de lunas
derivados de infracciones en la inspección pasarían a ser gestionados por los
mismos concesionarios que han realizado la inspección.
De esta manera los concesionarios se convertirían en juez y parte, serían
aún más exigentes para traer más trabajo a sus talleres y los resolverían ellos
mismos.
En estos momentos hay un mayor equilibrio ya que los coches que, por
ejemplo, no pasan la ITV por un problema grave del parabrisas tienen que buscar
un especialista que les resuelva el problema. Sin embargo, si un concesionario
detectase un problema grave siendo inspector de vehículos, se transformaría
inmediatamente en inspector y solución al problema a la vez.
El propietario del vehículo
recibiría la invitación a resolver el problema en el mismo lugar y,
seguramente, en el mismo momento, así que tomarían una ventaja competitiva que
perderían los talleres de lunas. Es decir, más trabajo para los concesionarios
y menos para los demás.
Abrir la ITV a los concesionarios no es una buena noticia para los talleres en general y para los especialistas de lunas en particular. Que los talleres oficiales puedan llegar a conseguir hacer la inspección técnica de vehículos significará que muchos de los trabajos que llegan a los talleres de lunas derivados de infracciones en la inspección pasarían a ser gestionados por los mismos concesionarios que han realizado la inspección.
De esta manera los concesionarios se convertirían en juez y parte, serían aún más exigentes para traer más trabajo a sus talleres y los resolverían ellos mismos.
En estos momentos hay un mayor equilibrio ya que los coches que, por ejemplo, no pasan la ITV por un problema grave del parabrisas tienen que buscar un especialista que les resuelva el problema. Sin embargo, si un concesionario detectase un problema grave siendo inspector de vehículos, se transformaría inmediatamente en inspector y solución al problema a la vez.
El propietario del vehículo recibiría la invitación a resolver el problema en el mismo lugar y, seguramente, en el mismo momento, así que tomarían una ventaja competitiva que perderían los talleres de lunas. Es decir, más trabajo para los concesionarios y menos para los demás.
Yono | Miércoles, 17 de Abril de 2013 a las 10:29:01 horas
seguro? Mas bien el concersionario se inventara una "trola" para que el asegurado se quede en el concesionario
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