El sector coincide en señalar que los peritos deben ser más exigentes para evitar engaños con la pieza
La exigencia del albarán de la luna en los talleres de chapa acabaría con sus altos márgenes en los siniestros de cristalería
La exigencia de los albaranes de compra de las piezas de
cristalería a los talleres de chapa y pintura sería fundamental, según nos
expresan muchos cristaleros, para acabar con la situación de ventaja
competitiva que viven estos talleres respecto a los especialistas de lunas.
Los peritos tienen que exigir siempre ese albarán para
que quede demostrada la calidad y procedencia de la pieza. No es asumible que
un taller de chapa, por ejemplo, cobre 200 euros que marca la guía de
tasaciones por una pieza que puede haber comprado a un proveedor por menos de
la mitad y encima con descuento.
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Si el taller de chapa, por ejemplo, ha conseguido que una
pieza que cuesta 100 se la dejen en 60, pues esos 40 euros de margen es lícito
que se los embolse, pero lo que no tiene sentido es que se lleve 140 por una
pieza que ha tarificado pero no ha puesto. Esos márgenes son los que le
permiten ser mucho más competitivo que un taller especialista.
El margen que se consigue con la pieza es legal, pero lo
que no es legal es que se infle la tarifa por una pieza que no es original, por
eso el perito debe ser inflexible en la exigencia del albarán y de esa manera
se acabaría con la barra libre de muchos talleres de chapa, que ve cómo la luna
le reporta altos márgenes sin apenas esfuerzo, ya que subcontrata el trabajo a
25-35 euros y le saca un alto margen en ese terreno y, encima, le suma el
margen de la pieza.
Exigir siempre el albarán de la pieza hará que se
reduzcan los márgenes en los talleres de chapa y que cada vez sea menos
atractivo aceptar esos trabajos y que se direccione más trabajo hacia los
especialistas.
La exigencia de los albaranes de compra de las piezas de cristalería a los talleres de chapa y pintura sería fundamental, según nos expresan muchos cristaleros, para acabar con la situación de ventaja competitiva que viven estos talleres respecto a los especialistas de lunas.
Los peritos tienen que exigir siempre ese albarán para que quede demostrada la calidad y procedencia de la pieza. No es asumible que un taller de chapa, por ejemplo, cobre 200 euros que marca la guía de tasaciones por una pieza que puede haber comprado a un proveedor por menos de la mitad y encima con descuento.
Si el taller de chapa, por ejemplo, ha conseguido que una pieza que cuesta 100 se la dejen en 60, pues esos 40 euros de margen es lícito que se los embolse, pero lo que no tiene sentido es que se lleve 140 por una pieza que ha tarificado pero no ha puesto. Esos márgenes son los que le permiten ser mucho más competitivo que un taller especialista.
El margen que se consigue con la pieza es legal, pero lo que no es legal es que se infle la tarifa por una pieza que no es original, por eso el perito debe ser inflexible en la exigencia del albarán y de esa manera se acabaría con la barra libre de muchos talleres de chapa, que ve cómo la luna le reporta altos márgenes sin apenas esfuerzo, ya que subcontrata el trabajo a 25-35 euros y le saca un alto margen en ese terreno y, encima, le suma el margen de la pieza.
Exigir siempre el albarán de la pieza hará que se reduzcan los márgenes en los talleres de chapa y que cada vez sea menos atractivo aceptar esos trabajos y que se direccione más trabajo hacia los especialistas.
lunero | Viernes, 14 de Junio de 2013 a las 11:49:53 horas
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