El vidrio lo aguantó pero los más de 100 grados provocaron serios daños en el coche
El reflejo de un rascacielos despega el parabrisas de un Jaguar
La sutil curva de la torre conocida como
“Walkie Talkie”, que el arquitecto uruguayo Rafael Viñoly proyectó en el centro
de Londres, tuvo un daño colateral inesperado: un vecino denunció que su coche
fue derretido por los rayos del sol que proyectó la forma cóncava de la
construcción.
El hecho de estar expuesto durante horas a
teperaturas cercanas a los 100 grados hicieron que el parabrisas se despegara,
aunque el vidrio se mantuvo intacto ya que las pruebas de resistencia de las
lunas de primer equipo se realizan para soportar temperaturas superiores a los
100 grados.
![[Img #6808]](upload/img/periodico/img_6808.jpg)
Martin Lindsay, dueño del vehículo –un lujoso
Jaguar XJ–, dijo que Land Securities, empresa constructora del edificio, se
había contactado con él para pedirle disculpas y confirmar que se harán cargo
de la reparación, que tuvo un costo de 946 libras esterlinas (unos 1.500
dólares). Los rayos del sol derritieron el sostén del espejo retrovisor y una
parte del parante trasero, además de un emblema de la marca en el lateral.
Lindsay se mostró agradecido por el gesto de la empresa constructora, porque
dijo que temía que su compañía aseguradora no creyera lo que pasó. Tras el
hecho, otros vecinos del barrio salieron a denunciar casos similares. Un
peluquero de la zona dijo que el reflejo había provocado un incendio en un
felpudo de su negocio.
Desde entonces, muchos londinenses van hasta
la zona para comprobar si es cierto que el edificio “derrite objetos”. Y la
prensa lo rebautizó irónicamente como “Walkie Scorchie” (quemador Walkie).
La sutil curva de la torre conocida como “Walkie Talkie”, que el arquitecto uruguayo Rafael Viñoly proyectó en el centro de Londres, tuvo un daño colateral inesperado: un vecino denunció que su coche fue derretido por los rayos del sol que proyectó la forma cóncava de la construcción.
El hecho de estar expuesto durante horas a teperaturas cercanas a los 100 grados hicieron que el parabrisas se despegara, aunque el vidrio se mantuvo intacto ya que las pruebas de resistencia de las lunas de primer equipo se realizan para soportar temperaturas superiores a los 100 grados.
Martin Lindsay, dueño del vehículo –un lujoso Jaguar XJ–, dijo que Land Securities, empresa constructora del edificio, se había contactado con él para pedirle disculpas y confirmar que se harán cargo de la reparación, que tuvo un costo de 946 libras esterlinas (unos 1.500 dólares). Los rayos del sol derritieron el sostén del espejo retrovisor y una parte del parante trasero, además de un emblema de la marca en el lateral. Lindsay se mostró agradecido por el gesto de la empresa constructora, porque dijo que temía que su compañía aseguradora no creyera lo que pasó. Tras el hecho, otros vecinos del barrio salieron a denunciar casos similares. Un peluquero de la zona dijo que el reflejo había provocado un incendio en un felpudo de su negocio.
Desde entonces, muchos londinenses van hasta la zona para comprobar si es cierto que el edificio “derrite objetos”. Y la prensa lo rebautizó irónicamente como “Walkie Scorchie” (quemador Walkie).
kiko | Viernes, 06 de Septiembre de 2013 a las 16:00:53 horas
Eso mismo le deberia de pasar al Sr Picardo y a su jefe Cameron.
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