Un inmigrante africano ataca con un hacha a dos policías tras destrozar seis parabrisas en Palma de Mallorca

Con un hacha en una mano y una maza en la otra, mientras gritaba: "¡Os voy a matar!". De esta guisa se abalanzó un africano sobre unos agentes de la Policía Local de Palma. Tras ser reducido, los funcionarios le detuvieron por un delito de atentado y otro de daños, ya que había destrozado los parabrisas de muchos coches estacionados en la vía pública.

Los hechos se produjeron sobre las dos menos diez de la tarde del pasado lunes. La central de la Policía Local recibió una llamada de que un individuo se dedicaba a destrozar la luna delantera de los coches aparcados en la calle armado con un hacha y una maza.

Una patrulla de la Unitat d´Intervenció Immediata (UII) se dirigió hacia el lugar señalado. El sospechoso fue detectado en la confluencia de las calles Antonio Frontera con Pablo Iglesias. Los agentes observaron cómo el individuo destrozaba el parabrisas de un vehículo.

Al advertir la presencia policial, el individuo echó a correr. Fue interceptado a la altura del número 23 de la calle Pablo Iglesias. El furgón policial le cortaba el paso mientras dos agentes le persiguieron a la carrera y le dieron alcance.

Lejos de entregarse, el individuo, de 31 años y nacido en Mali, se encaró a los policías. Esgrimió el hacha y la maza, les amenazó de muerte, antes de abalanzarse sobre ellos. Un agente desenfundó su pistola para tratar de evitar que se acercara. Con sigilo, otro funcionario se acercó al sujeto por la espalda, le hizo una llave y le tiró al suelo. A continuación, numerosos efectivos cayeron sobre él y lograron inmovilizarlo.

Los policías le quitaron las armas –un hacha con un mango de más de un metro y una maza de 40 centímetros– y le redujeron en la entrada de un garaje de la calle Pablo Iglesias. Al cachearle los bolsillos, los agentes se llevaron una descomunal sorpresa. El individuo portaba un paquete con 7.000 euros en billetes: 88 de 50 euros, cuatro de 100, uno de 200 y cuatro de 500 euros. Fue detenido por un delito de atentado y otro de lesiones.

"Lo vi pasar con el hacha en una mano y la maza en la otra con cara de pocos amigos. Si se le ocurre entrar, salto por la ventana", indicó el dueño de un bar cercano.

El agresor había dejado a su paso al menos seis coches destrozados en las calles adyacentes. No hacía distingos de marca, tamaño o color. Así, un testigo señaló que la luna delantera de un vehículo había sido hecha añicos en la calle Jafuda Cresques.
Un controlador de la ORA indicó a los agentes que también había observado cómo varios coches estacionados en la vía pública presentaban daños similares. En concreto, se encontraban en las calles Manuel Sánchez Guarner y en Gelabert de Centelles.
Los agentes de la Policía Local trasladaron el martes al detenido desde los calabozos de Sant Ferran hasta los juzgados de Via Alemania. El titular del juzgado de instrucción número siete de Palma, ese día en funciones de guardia, ordenó su inmediato ingreso en prisión incondicional.