Servicio, servicio, servicio

Según los datos macroeconómicos, nos acercamos a un final de ciclo económico marcado por la crisis de los mercados, en el que el tejido empresarial de nuestro país afronta un tramo final de ciclo muy complejo, en el que seguiremos encontrando serías dificultades para conseguir la expansión de las ofertas comerciales, fundamentalmente marcado por la reducción del consumo a consecuencia de los efectos sociales de esta crisis.

Todos lo tenemos claro.

En estas coyunturas, una de las principales fórmulas que utilizan las empresas de servicios con oferta comercial en mercados maduros, y con una competencia extrema como la actual, suele ser la competitividad de los servicios, casi exclusivamente enmarcado en el factor precio.

Los mercados de hoy, empujados por el descenso de sus ingresos, buscan mantener márgenes de beneficio bajo el mismo prisma de épocas de bonanza, olvidando que los ciclos económicos, obligan a invertir primero, para recoger beneficios después.

Sin embargo, las políticas de precios en ocasiones dejan al margen la calidad del servicio desde el punto de vista de su flexibilidad en la prestación de los mismos, provocando una limitación de las compañías de cara a sus usuarios.

No debemos olvidar que las políticas de precios no deben perjudicar la asistencia a los usuarios de un servicio.

En Cristalbox tenemos claro que es la hora de invertir. Es probable que para muchos no sea el momento de realizar inversiones en infraestructuras, tecnología, equipos, comunicación…, pero sin duda nos ha llegado a todos el momento de invertir en la excelencia del servicio.

El valor de un servicio

Para Cristalbox, el mercado de asistencia debe estar orientado hacia el “value based marketing”, marcado por la premisa de que el valor de un servicio es igual a los beneficios en función del coste del servicio , teniendo en cuenta el valor como la parte más subjetiva de la ecuación (porque depende de la estimación de los usuarios) y que depende también de que la relación entre los beneficios y el coste sea positiva para él.

Tomando como eje ésta premisa, las compañías debemos prestar nuestro servicio de una forma responsable, evitando limitar la calidad del servicio por el ahorro de costes o el incremento de beneficios, para conseguir mayor volumen a través del incremento en la difusión y el acceso de los usuarios; por eso en Cristalbox el servicio a nuestros clientes está orientado hacia la calidad de nuestros repuestos, la flexibilidad en la prestación del servicio y la eficacia de nuestra fórmula de atención a los asegurados de nuestros clientes.

El servicio de Cristalbox está estructurado a través de acuerdos marco con las primeras marcas proveedoras del mercado, los mejores profesionales de nuestro sector y orientado a las necesidades de horario y emplazamiento de los clientes.

Esta orientación hacia el usuario es la única fórmula de inversión en servicio en este momento, asegurar desde la marca que el servicio al usuario debe estar enfocado a garantizar su satisfacción por los tiempos, la calidad y la comodidad del servicio que recibe.