Controlará a los coches asegurados con la grabación en la luna el número de identificación vehicular (VIN, según las siglas en inglés)
Las aseguradoras crean un sistema antifraude en el que la grabación en el parabrisas será uno de los elementos decisivos
Las compañías de seguro
de coche crean un sistema que centraliza los datos de las indemnizaciones con
el fin de detectar los engaños al seguro. Las aseguradoras españolas, bajo el
paraguas de su patronal, UNESPA, han creado el Servicio de Normalización y
Detección de Anomalías (SENDA), una plataforma que pone en común los registros
de todas las indemnizaciones de los seguros de autos pagadas por las compañías,
con el fin de cruzarlos y descubrir posibles fraudes.
Según han explicado a
Kelisto fuentes de UNESPA, la existencia de este fichero, que ha estado en fase
de pruebas durante todo 2013, beneficia a las empresas pero también, y de una
forma muy clara, a los asegurados, que son en última instancia quienes
realmente “pagan” los fraudes cometidos por
otros, con incrementos en sus
primas futuras. Como ya vimos en Kelisto, estos actos incrementan el precio del
seguro en un 16%. El funcionamiento del fichero SENDA es muy sencillo: se trata
de una herramienta informática en forma de base de datos que las compañías
adheridas rellenan periódicamente -algunas cada día- con toda la información
relativa a las indemnizaciones pagadas por robo, incendio o pérdida total para
evitar coincidencias, es decir, fraudes.
Grabación en la luna
Los nuevos registros introducidos se cruzan con
los ya existentes, unos 19.000 hasta el momento según UNESPA, y se procesan
mediante un programa informático que permite identificar perfiles de riesgo.
Además, SENDA hace saltar una alerta si se detectan coincidencias, anomalías o
incongruencias, lo que anula cualquier posibilidad de que se produzca, por
ejemplo, un doble cobro.
Las aseguradoras
pretenden, a través de este sistema, poner en aprietos a las redes organizadas
especializadas en fingir siniestros para cobrar indemnizaciones. Una de las
prácticas habituales de estas redes es comprar un vehículo -o los restos de un
vehículo- declarado siniestro total y por el que su dueño ha sido ya
indemnizado, arreglarlo y volverlo a vender con papeles falsos, cuando tendría
que haber terminado en el desguace. En estos casos, el fraude se detectaría
mediante el número de bastidor del coche o de identificación vehicular (VIN,
según las siglas en inglés), una especie de DNI del automóvil que suele ir
grabado en el motor o en el parabrisas y que queda registrado en el SENDA, lo
que permite seguir su rastro. Otro ejemplo podría ser una coincidencia de
apellidos o de dirección en un mismo siniestro, lo que haga pensar a la
compañía que se trata de un fraude, es decir, que se trate de un choque o
alcance orquestado de antemano con algún familiar o vecino, para que la
compañía arregle un siniestro anterior.
Fuente: kelisto
Las compañías de seguro de coche crean un sistema que centraliza los datos de las indemnizaciones con el fin de detectar los engaños al seguro. Las aseguradoras españolas, bajo el paraguas de su patronal, UNESPA, han creado el Servicio de Normalización y Detección de Anomalías (SENDA), una plataforma que pone en común los registros de todas las indemnizaciones de los seguros de autos pagadas por las compañías, con el fin de cruzarlos y descubrir posibles fraudes.
Según han explicado a
Kelisto fuentes de UNESPA, la existencia de este fichero, que ha estado en fase
de pruebas durante todo 2013, beneficia a las empresas pero también, y de una
forma muy clara, a los asegurados, que son en última instancia quienes
realmente “pagan” los fraudes cometidos por otros, con incrementos en sus
primas futuras. Como ya vimos en Kelisto, estos actos incrementan el precio del
seguro en un 16%. El funcionamiento del fichero SENDA es muy sencillo: se trata
de una herramienta informática en forma de base de datos que las compañías
adheridas rellenan periódicamente -algunas cada día- con toda la información
relativa a las indemnizaciones pagadas por robo, incendio o pérdida total para
evitar coincidencias, es decir, fraudes.
Grabación en la luna
Los nuevos registros introducidos se cruzan con
los ya existentes, unos 19.000 hasta el momento según UNESPA, y se procesan
mediante un programa informático que permite identificar perfiles de riesgo.
Además, SENDA hace saltar una alerta si se detectan coincidencias, anomalías o
incongruencias, lo que anula cualquier posibilidad de que se produzca, por
ejemplo, un doble cobro.
Las aseguradoras pretenden, a través de este sistema, poner en aprietos a las redes organizadas especializadas en fingir siniestros para cobrar indemnizaciones. Una de las prácticas habituales de estas redes es comprar un vehículo -o los restos de un vehículo- declarado siniestro total y por el que su dueño ha sido ya indemnizado, arreglarlo y volverlo a vender con papeles falsos, cuando tendría que haber terminado en el desguace. En estos casos, el fraude se detectaría mediante el número de bastidor del coche o de identificación vehicular (VIN, según las siglas en inglés), una especie de DNI del automóvil que suele ir grabado en el motor o en el parabrisas y que queda registrado en el SENDA, lo que permite seguir su rastro. Otro ejemplo podría ser una coincidencia de apellidos o de dirección en un mismo siniestro, lo que haga pensar a la compañía que se trata de un fraude, es decir, que se trate de un choque o alcance orquestado de antemano con algún familiar o vecino, para que la compañía arregle un siniestro anterior.
Fuente: kelisto
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