Las aseguradoras le declaran la 'guerra' a las piezas de origen

Minimizar el uso de piezas de origen, ese es el objetivo que se han marcado las compañías aseguradoras para compensar sus balances en 2014.

Las cuentas son claras y las aseguradoras reconocen que el gasto en piezas en los siniestros está siendo uno de los mayores costes en los últimos años.

Visto que los talleres están ahogados a nivel de coste en mano de obra, la solución está en conseguir que los asegurados reciban recambios alternativos de calidad equivalente que garanticen un resolución eficiente y satisfactorio del siniestro.

Las compañías consideran que pueden ahorrar entre un 15 y un 20% del coste anual en siniestros si se acude al recambio original o aftermarket y esa va a ser la ‘obsesión’.

Este camino significa que se va a seguir potenciando a los talleres concertados, se va a presionar al cliente para evitar que acuda a los servicios oficiales y se le ve a intentar convencer de la idoneidad de un recambio frente al otro.

En lunas, por ejemplo, las diferencias son abismales en muchos casos. Las facturas de servicios oficiales con lunas de origen se disparan y la diferencia entre una luna original  una de origen es inexistente, ya que se trata del mismo fabricante, bajo los mismo procesos de fabricación y el uso de los mismos materiales. La única diferencia es el logo y ese logo está costando muy caro en una época de crisis.