El coche y todos sus sistemas, motor incluido, estarán pronto conectados a internet. Según el horizonte electrónico de Bosch
El parabrisas electrónico marcará el futuro tecnológico de los vehículos
El
coche y todos sus sistemas, motor incluido, estarán pronto conectados a
internet. Según el horizonte electrónico de Bosch, el conductor tendrá libre
acceso a la red y a todos sus servicios gracias al parabrisas electrónico.
Solo en los últimos dos o
tres años, los coches han empezado a ser de verdad permeables a la red de
redes, ya que no se trata solo de integrar ciertas tecnologías, sino de usarlas
de manera segura en un vehículo, algo mucho más complejo que lo segundo. El coche conectado de Bosch es el
camino que se ha marcado el proveedor líder mundial en el sector del automóvil
para que décadas de experiencia confluyan en la mejor solución posible para
gestionar la ingente cantidad de información que podrá llegarles a los
conductores. En este senteido, otros proveedores y marcas ya han presentado
prototipos de parabrisas electrónico o parabrisas con realidad aumentada.
![[Img #7780]](upload/img/periodico/img_7780.jpg)
En este camino, Bosch se
marca tres objetivos intermedios: hacer que internet forme parte del coche, que
el coche forme parte de internet y, finalmente, que el coche forme parte del internet de las cosas y de los servicios. Por suerte, en el
primero estamos ya de lleno como demuestra la llegada de Apple al automóvil con
su CarPlay, un iOS
7.1 para coches. Dentro del primero de sus objetivos, Bosch ha presentado
recientemente el sistema MySpin, que puede integrar teléfonos móviles de iPhone o
Android y mover sin problemas sus respectivas aplicaciones.
Eso sí, siempre y cuando estén disponibles en la
tienda de MySpin, para lo que necesitan el visto bueno de Bosch en lo que a su
manejo seguro se refiere. Para lograr que los coches formen parte de
internet queda también realmente poco para que los vehículos no sólo
utilicen la información de internet, sino que también transmitirán
informaciones útiles a su entorno. Es lo que hace tiempo viene en llamarse C2C y C2X y
que tras la creación del software basado en el cloud computing –la nube- parece
mucho más accesible. En el futuro, los coches recogerán información con sus
múltiples sensores y la compartirán en tiempo real entre sí o con un servidor.
La primera aplicación de esta tecnología, el eCall, está a punto de convertirse un estándar
en Europa desde 2015.
El parabrisas electrónico
Gracias al coche conectado a internet, también habrá
próximamente sistemas de monitorización de las partes internas de los vehículos
que, por ejemplo, serán capaces de indicar el desgaste excesivo en alguna de
las piezas. Para llegar al momento en el que el coche forme parte del internet
de
las cosas y de los servicios todavía habrá que esperar a que el automóvil
incorpore más funciones de conducción autónoma o, al menos,
asistentes más complejos que eviten la distracción del conductor de la
carretera.
El primer paso será conectar a internet a una ciudad entera con sus
infraestructuras incluidas. En ese momento, podrán empezar a llegar los
parabrisas electrónicos a los coches, como el que se avanzó en la película Mision
Imposible: Protocolo Fantasma, que llevaba el BMW i8 de Tom Cruise y
que puedes ver en el trailer de arriba apenas un par de segundos. No es esta,
ni mucho menos, una tecnología de ciencia ficción: en 2012, Mercedes ya
presentó un parabrisas con realidad aumentada durante el CES
de Las Vegas de 2012.
Abajo, puedes ver un vídeo publicado por AutoGlass en 2011 mostrando
algunas funciones de otro parabrisas inteligente. Hitachi, Harman o
Continental son solo algunos de los proveedores de la industria del automóvil
que ya están desarrollando esta tecnología, a la que para ser realmente útil al
conductor, además de seguridad, hará falta que haya disponibles muchos más
contenidos.
Fuente: autobild.es
El coche y todos sus sistemas, motor incluido, estarán pronto conectados a internet. Según el horizonte electrónico de Bosch, el conductor tendrá libre acceso a la red y a todos sus servicios gracias al parabrisas electrónico.
Solo en los últimos dos o
tres años, los coches han empezado a ser de verdad permeables a la red de
redes, ya que no se trata solo de integrar ciertas tecnologías, sino de usarlas
de manera segura en un vehículo, algo mucho más complejo que lo segundo. El coche conectado de Bosch es el
camino que se ha marcado el proveedor líder mundial en el sector del automóvil
para que décadas de experiencia confluyan en la mejor solución posible para
gestionar la ingente cantidad de información que podrá llegarles a los
conductores. En este senteido, otros proveedores y marcas ya han presentado
prototipos de parabrisas electrónico o parabrisas con realidad aumentada.
En este camino, Bosch se marca tres objetivos intermedios: hacer que internet forme parte del coche, que el coche forme parte de internet y, finalmente, que el coche forme parte del internet de las cosas y de los servicios. Por suerte, en el primero estamos ya de lleno como demuestra la llegada de Apple al automóvil con su CarPlay, un iOS 7.1 para coches. Dentro del primero de sus objetivos, Bosch ha presentado recientemente el sistema MySpin, que puede integrar teléfonos móviles de iPhone o Android y mover sin problemas sus respectivas aplicaciones.
Eso sí, siempre y cuando estén disponibles en la
tienda de MySpin, para lo que necesitan el visto bueno de Bosch en lo que a su
manejo seguro se refiere. Para lograr que los coches formen parte de
internet queda también realmente poco para que los vehículos no sólo
utilicen la información de internet, sino que también transmitirán
informaciones útiles a su entorno. Es lo que hace tiempo viene en llamarse C2C y C2X y
que tras la creación del software basado en el cloud computing –la nube- parece
mucho más accesible. En el futuro, los coches recogerán información con sus
múltiples sensores y la compartirán en tiempo real entre sí o con un servidor.
La primera aplicación de esta tecnología, el eCall, está a punto de convertirse un estándar
en Europa desde 2015.
El parabrisas electrónico
Gracias al coche conectado a internet, también habrá
próximamente sistemas de monitorización de las partes internas de los vehículos
que, por ejemplo, serán capaces de indicar el desgaste excesivo en alguna de
las piezas. Para llegar al momento en el que el coche forme parte del internet
de las cosas y de los servicios todavía habrá que esperar a que el automóvil
incorpore más funciones de conducción autónoma o, al menos,
asistentes más complejos que eviten la distracción del conductor de la
carretera.
El primer paso será conectar a internet a una ciudad entera con sus
infraestructuras incluidas. En ese momento, podrán empezar a llegar los
parabrisas electrónicos a los coches, como el que se avanzó en la película Mision
Imposible: Protocolo Fantasma, que llevaba el BMW i8 de Tom Cruise y
que puedes ver en el trailer de arriba apenas un par de segundos. No es esta,
ni mucho menos, una tecnología de ciencia ficción: en 2012, Mercedes ya
presentó un parabrisas con realidad aumentada durante el CES
de Las Vegas de 2012.
Abajo, puedes ver un vídeo publicado por AutoGlass en 2011 mostrando algunas funciones de otro parabrisas inteligente. Hitachi, Harman o Continental son solo algunos de los proveedores de la industria del automóvil que ya están desarrollando esta tecnología, a la que para ser realmente útil al conductor, además de seguridad, hará falta que haya disponibles muchos más contenidos.
Fuente: autobild.es
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