Aseguran que la profesionalidad y la calidad de los materiales son el camino para que este trabajo tenga una buena reputación
Los campeones mundiales de reparación advierten sobre los peligros de una mala reparación
José
Manuel Llano, campeón mundial de reparación de lunas en 2011, y Braulio López,
campeón mundial en 2013, advierten de la dificultad de una buena reparación de
lunas y las consecuencias de carecer de formación y utilizar malos materiales,
ya que una mala reparación es una sustitución a corto plazo y un doble gasto
para la aseguradora o el cliente sin cobertura de lunas:
![[Img #8586]](upload/img/periodico/img_8586.jpg)
José
Manuel Llano asegura que “no puedo hablar por todos, pero normalmente se
trabaja bien, pero la reparación no es tan sencilla como la gente piensa. Es
fácil hacer una mala reparación, hay que cuidar mucho el trabajo porque una
mala reparación da muy mala imagen. Por
eso creo en la formación, se debería trabajar con los reparadores en formarles
en la técnica y en la atención al cliente. Un magnífico reparador puede perder
un cliente por no tener alma comercial. La reparación es un todo: buen servicio y buen trabajo”.
Para Braulio López,
quien diga que reparar lunas es fácil “me parece que no tiene ni idea de lo que
es reparar lunas. Reparar mal es muy fácil pero hacerlo bien requiere de
formación, años y buenas herramientas. Te puedo decir que llevo 15 años y
15.000 reparaciones y aprendo cada día. Hay que tener en cuenta que una mala
reparación supone un problema doble ya que obliga a una sustitución. Hay muchos
tipos de impacto y hay que saber cómo actuar y eso sólo se aprende con mucha
práctica. Además, no se trata sólo de reparar sino que hay que saber explicarle
al cliente por qué se le repara y no se le sustituye, esa parte debería
trabajarse más.
Hay de todo aunque el
nivel no es malo pero se debería apostar más por la formación, es algo que nos
falta
José Manuel Llano, campeón mundial de reparación de lunas en 2011, y Braulio López, campeón mundial en 2013, advierten de la dificultad de una buena reparación de lunas y las consecuencias de carecer de formación y utilizar malos materiales, ya que una mala reparación es una sustitución a corto plazo y un doble gasto para la aseguradora o el cliente sin cobertura de lunas:
José Manuel Llano asegura que “no puedo hablar por todos, pero normalmente se trabaja bien, pero la reparación no es tan sencilla como la gente piensa. Es fácil hacer una mala reparación, hay que cuidar mucho el trabajo porque una mala reparación da muy mala imagen. Por eso creo en la formación, se debería trabajar con los reparadores en formarles en la técnica y en la atención al cliente. Un magnífico reparador puede perder un cliente por no tener alma comercial. La reparación es un todo: buen servicio y buen trabajo”.
Para Braulio López, quien diga que reparar lunas es fácil “me parece que no tiene ni idea de lo que es reparar lunas. Reparar mal es muy fácil pero hacerlo bien requiere de formación, años y buenas herramientas. Te puedo decir que llevo 15 años y 15.000 reparaciones y aprendo cada día. Hay que tener en cuenta que una mala reparación supone un problema doble ya que obliga a una sustitución. Hay muchos tipos de impacto y hay que saber cómo actuar y eso sólo se aprende con mucha práctica. Además, no se trata sólo de reparar sino que hay que saber explicarle al cliente por qué se le repara y no se le sustituye, esa parte debería trabajarse más.
Hay de todo aunque el nivel no es malo pero se debería apostar más por la formación, es algo que nos falta
francisco | Viernes, 11 de Julio de 2014 a las 12:02:17 horas
vale estoy de acuerdo en lo de las reparacione hay que tener un buen equipo, una buena red , mucha paciencia
pero hay nucha gente que repara solo para bajar el ratio ya sabes a que me refiero
Accede para responder