La red Glassdrive, a examen

Un día estás en tu taller y de repente aparece un señor dispuesto a mostrarte aquello que no eres capaz de ver día a día. Tras revisar 150 puntos de control y abrir los ojos a más de uno, pasa su informe a la central donde todavía revisan varios puntos más antes de emitir un riguroso informe y una nota de valoración que determina la excelencia de cada centro. Este es el modus operandi seguido por Glassdrive para hacer las auditorias según nos han transmitido los responsables del proyecto.

Esta auditoria está estructurada en 10 grandes apartados que evalúan por completo todos los aspectos de cada centro, siendo el más importante el apartado legal donde se analiza la obtención de todos los permisos requeridos para aperturar un taller así como el cumplimiento posterior de la normativa. Es tan importante este punto que ningún taller que tenga deficiencias podrá nunca superar la puntuación de 5. El siguiente mas importante se refiere a lo que la multinacional francesa denomina como EHS (Enviroment, Helth and Safety), siglas que se refieren a medio ambiente, salud y seguridad, donde la compañía pone especial atención.

El resto de apartados valoran aspectos como compras en proveedores homologados, imagen, procedimientos de facturación y tramitación u otros aspectos más comerciales como la atención al cliente y atención telefónica.

Como resultado de todo el trabajo de auditoria, cada centro obtiene un extenso informe donde se señalan todos los aspectos negativos y positivos a fin de saber dónde tienen que tomar medidas y qué aspectos deben promocionar. Así mismo todo el trabajo realizado queda reflejado en una puntuación del 0 al 10 que los talleres comenzaran a exponer a finales de este mismo año.

Según nos comentan desde Glassdrive, la idea que tienen es deshacerse o cambiar aquellos talleres que no superen la nota de corte y por tanto suspendan la prueba así como dar plazos cortos de adaptación a aquellos centros que no lleguen al notable alto – sobresaliente.