La CNMC puede sancionar con el 10% de las ventas
Los vendedores de coches temen multas de hasta 2.000 millones
La Comisión Nacional de los Mercados y la
Competencia (CNMC) tiene la capacidad de imponer una multa, a los
concesionarios de coches que realizaron prácticas anticompetitivas limitando
los descuentos a los vehículos, que podría superar los 2.000 millones de euros,
en conjunto. La investigación, que se inició en abril de 2013, afecta a 114
empresas del sector de la distribución del motor en España.
El monto de la multa está directamente relacionado con la
facturación de las empresas. En principio, una vez constatados los hechos por
el instructor del proceso y alegados los puntos de la defensa, el consejo de la
CNMC tiene la potestad de decidir libremente si estima que existe la infracción
y si impone o no sanciones a los afectados.
El consejo tiene hasta seis meses para tomar esta
decisión, si bien este plazo depende mucho del tiempo que haya llevado la
instrucción y las alegaciones. El proceso total no puede superar los 18 meses
desde la presentación del expediente, con lo que si el primer paso consume, por
ejemplo, 14 meses, el consejo verá limitado su tiempo de deliberación a un
máximo de cuatro meses.
En un informe interno de Faconauto al que ha tenido acceso CincoDías se explica
que las empresas afectadas hasta el momento por el expediente (Audi, BMW,
Citroën, Chevrolet, Hyundai, Land Rover, Mazda, Mercedes-Benz, Nissan, Opel,
Peugeot, Porsche, Renault, Seat, Toyota, Volkswagen y Volvo, según las comunicaciones
de la CNMC) mueven una facturación de unos 19.457 millones de euros a fecha de
octubre de 2013. La cuantía máxima de la multa sería un 10% de la facturación
total de cada punto de venta sancionado, lo que superaría los 2.000 millones de
euros de sanción acumulada.
Sin embargo, fuentes cercanas al desarrollo del proceso
descartan que las multas alcancen tan altas cotas. Como ya han establecido los
propios concesionarios en diferentes informes, la evolución de la rentabilidad
de las redes de distribución ha ido claramente a la baja en los últimos años y
una multa económica desorbitada destruiría buena parte de la red en activo, no
solo por la dificultad en su pago, sino porque el monto hay que avalarlo.
Si el consejo estima que estas prácticas anticompetitivas
son cártel, las sanciones estarían calificadas de “muy graves” por la especial
relevancia de las actuaciones, pero el organismo tiene una horquilla de entre
el 2% y el 10% de la facturación total para fijar esta sanción. Este tope
mínimo estaría entonces en 389 millones, muy lejos de los 2.000 máximos.
Según los datos de Axesor recopilados por el sector, la
rentabilidad de los concesionarios tampoco habría alcanzado el equilibrio el
año pasado, como sí afirmaban estudios anteriores. Frente a un 2,3% de
rentabilidad positiva sobre facturación en 2004, las cifras de los
concesionarios se habrían ido deteriorando en los años de la crisis hasta fijar
sus primeros números rojos en 2008, con una rentabilidad negativa del 0,47%. En
2009, levantaron ligeramente la cabeza, cerrando el año con un dato de
equilibrio (el 0,07% positivo sobre ventas) y en 2010, mantuvieron las cuentas
acabando el año con rentabilidad del 0,47% positiva.
Fue el último año. En 2011, la rentabilidad se quedó en
un 0,30% negativo sobre las ventas. En 2012, estas rentabilidades se
deterioraron aún más, hasta unos números rojos del 0,74% sobre la facturación y
en 2013, mantuvieron estos datos negativos. Cerraron con rentabilidad negativa
del 0,73%.
Fuente: Cinco Días
La Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) tiene la capacidad de imponer una multa, a los concesionarios de coches que realizaron prácticas anticompetitivas limitando los descuentos a los vehículos, que podría superar los 2.000 millones de euros, en conjunto. La investigación, que se inició en abril de 2013, afecta a 114 empresas del sector de la distribución del motor en España.
El monto de la multa está directamente relacionado con la facturación de las empresas. En principio, una vez constatados los hechos por el instructor del proceso y alegados los puntos de la defensa, el consejo de la CNMC tiene la potestad de decidir libremente si estima que existe la infracción y si impone o no sanciones a los afectados.
El consejo tiene hasta seis meses para tomar esta decisión, si bien este plazo depende mucho del tiempo que haya llevado la instrucción y las alegaciones. El proceso total no puede superar los 18 meses desde la presentación del expediente, con lo que si el primer paso consume, por ejemplo, 14 meses, el consejo verá limitado su tiempo de deliberación a un máximo de cuatro meses.
En un informe interno de Faconauto al que ha tenido acceso CincoDías se explica que las empresas afectadas hasta el momento por el expediente (Audi, BMW, Citroën, Chevrolet, Hyundai, Land Rover, Mazda, Mercedes-Benz, Nissan, Opel, Peugeot, Porsche, Renault, Seat, Toyota, Volkswagen y Volvo, según las comunicaciones de la CNMC) mueven una facturación de unos 19.457 millones de euros a fecha de octubre de 2013. La cuantía máxima de la multa sería un 10% de la facturación total de cada punto de venta sancionado, lo que superaría los 2.000 millones de euros de sanción acumulada.
Sin embargo, fuentes cercanas al desarrollo del proceso descartan que las multas alcancen tan altas cotas. Como ya han establecido los propios concesionarios en diferentes informes, la evolución de la rentabilidad de las redes de distribución ha ido claramente a la baja en los últimos años y una multa económica desorbitada destruiría buena parte de la red en activo, no solo por la dificultad en su pago, sino porque el monto hay que avalarlo.
Si el consejo estima que estas prácticas anticompetitivas son cártel, las sanciones estarían calificadas de “muy graves” por la especial relevancia de las actuaciones, pero el organismo tiene una horquilla de entre el 2% y el 10% de la facturación total para fijar esta sanción. Este tope mínimo estaría entonces en 389 millones, muy lejos de los 2.000 máximos.
Según los datos de Axesor recopilados por el sector, la rentabilidad de los concesionarios tampoco habría alcanzado el equilibrio el año pasado, como sí afirmaban estudios anteriores. Frente a un 2,3% de rentabilidad positiva sobre facturación en 2004, las cifras de los concesionarios se habrían ido deteriorando en los años de la crisis hasta fijar sus primeros números rojos en 2008, con una rentabilidad negativa del 0,47%. En 2009, levantaron ligeramente la cabeza, cerrando el año con un dato de equilibrio (el 0,07% positivo sobre ventas) y en 2010, mantuvieron las cuentas acabando el año con rentabilidad del 0,47% positiva.
Fue el último año. En 2011, la rentabilidad se quedó en un 0,30% negativo sobre las ventas. En 2012, estas rentabilidades se deterioraron aún más, hasta unos números rojos del 0,74% sobre la facturación y en 2013, mantuvieron estos datos negativos. Cerraron con rentabilidad negativa del 0,73%.
Fuente: Cinco Días
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