Venden por 5,6 millones de euros el único coche del mundo con dos parabrisas

Sale a la venta un raro Corvette SR-2 de 1956 por 5,64 millones de euros. Se trata del primer Chevrolet Corvette de carreras fabricado por la firma estadounidense y más concretamente, de la primera unidad de las tres que produjeron en su momento de esta versión y el único del mundo con dos parabrisas.

Probablemente este Chevrolet Corvette sea uno de los vehículos más exclusivos del mundo, pues solo se fabricaron otros dos ejemplares y ahora puedes hacerte con uno de ellos. Y no lo decimos únicamente por el estratosférico precio de venta de 5,6 millones de euros (6,88 millones de dólares, para ser más exactos), es que este raro Corvette SR-2 de 1956 es el primer Corvette de carreras fabricado por la marca de las tres unidades que produjo en su momento.

Los trabajos para crear este raro Chevrolet Corvette SR-2 comenzaron a principios del mes de mayo de 1956. Lo primero que hicieron fue modificar la carrocería de un Corvette, montando unos parabrisas especiales para conductor y copiloto, un frontal ligeramente diferente y una ‘joroba’ aerodinámica ubicada tras el asiento del piloto. En total, más de 17 ingenieros de la marca trabajaron a contrarreloj para poder presentar la versión definitiva que se estrenó en competición el 23 de junio de ese mismo año.

Tal y como puedes ver en las fotografías del anuncio (pincha aquí), este Chevrolet Corvette SR-2 de 1956 se encuentra en estado de museo. La firma estadounidense pretendía competir con este modelo con los principales constructores del mundo de la competición del momento, como Ferrari o Jaguar. Para ello, fabricaron tres unidades del Corvette SR-2 (‘SR’ por ‘Sebring Racer’ o ‘Special Racer’) y la que está ahora en venta es la primera de ellas.

Con el paso de los años, el SR-2 continuó evolucionando con la incorporación de un propulsor más poderoso (un V8 con 331 CV de potencia), un cambio manual de cuatro relaciones y una reducción de peso, que permitió reducir la masa en unos 150 kilogramos. Como te podrás imaginar, tratándose de un vehículo de competición que fue utilizado, ha tenido que ser sometido a un meticuloso proceso de restauración que ha permitido que recuperara su aspecto original.