Dos talleres gallegos son imputados por fraude a una aseguradora

Los responsables de dos talleres ubicados en las localidades de Pontevedra y Marín -P. V. S., de 32 años, y J. P. O., de 34- han sido imputados por la Guardia Civil de Tráfico por la supuesta comisión de unas estafas al seguro. En principio, ninguno de los sospechosos fue detenido, si bien no se descarta que los indicios de los que se dispone permitan encausar a otras personas.

Según trascendió ayer, la investigación tuvo su origen en la denuncia de una compañía presumiblemente afectada por las acciones de estas personas. El caso fue asumido por los agentes del GIAT o Grupo de Información y Análisis de Tráfico de Pontevedra, cuyos agentes se centraron en todo momento en los dos talleres bajo sospecha.

La primera conclusión a la que llegaron fue la de que, si bien los responsables de ambos negocios no tienen vínculos familiares uno con el otro, sí que están relacionados y podrían mantener una relación de amistad. De hecho, las fuentes consultadas precisaron que la forma de actuar de los dos empresarios, supuestamente, era similar.

En este sentido, explicaron que en ambos talleres mecánicos supuestamente se habían suscrito lo que se conoce como pólizas flota. Se trata de una suerte de póliza colectiva bajo la cual se agrupan varios vehículos de una misma empresa, con lo que esta se beneficia de descuentos sobre el coste que supondría adquirir un seguro individual para cada automóvil.

Pese a estar dirigidos a vehículos de empresa, las indagaciones llevadas a cabo por los agentes de Tráfico determinaron que, presuntamente, los imputados habían incluido en estos contratos no solo sus propios coches, sino también los de algunos familiares y allegados e, incluso, algunos que habían vendido a terceras personas y que ya no estaban incluidos dentro del patrimonio de los talleres investigados.

En este sentido, las fuentes consultadas matizaron que, en todo caso, los talleres de Pontevedra y Marín no reunirían, siquiera, las condiciones y requisitos para poder disfrutar de una póliza flota.

Todo parece indicar que las sospechas en el seno de la compañía denunciante surgieron a raíz de que desde los negocios se les notificara y reclamara por una serie de siniestros de circulación. En este punto, se les habría demandado el coste de la reparación de automóviles que, presuntamente, estaban irregularmente asegurados.

Posible falsedad

A la hora de dar una mayor credibilidad a sus reclamaciones, las sospechas del subsector de Tráfico de la Guardia Civil apuntan a que pudo haberse producido una falsedad documental. Esta hipótesis conllevaría que los ahora imputados habrían simulado seguir siendo los conductores de los automóviles para, de este modo, no infringir las condiciones de la cobertura acerca de la titularidad de los coches accidentados.

Por el momento, no ha trascendido el montante del supuesto fraude, aunque se estima que pueden llegar a ser cantidades importantes.

Fuente: La voz de galicia