Redacción Infoluna
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Miércoles, 29 de Julio de 2015
Han incorporado una luna de 22 mm y aguanta sin problemas una ráfaga de balas
Seat lanza para la policía italiana sus primeros vehículos con parabrisas antibalas
La versión especial del Seat León con el que la policía italiana ha empezado a patrullar las calles del país ha pasado con éxito exigentes pruebas de resistencia, como impactos de balas propulsadas a 1.400 kilómetros por hora o simulaciones de persecuciones a gran velocidad.
Seat ha hecho hoy público un impactante vídeo en el que muestra las duras pruebas a las que ha sometido al nuevo vehículo oficial de las fuerzas del orden italianas, la Polizia di Stato y los Carabinieri, para poner a prueba su blindaje y garantizar la seguridad e integridad de sus ocupantes.
En las imágenes se ve cómo una grúa de grandes dimensiones sostiene uno de estos coches blindados y cómo disparos de ametralladora impactan sobre el vehículo. El parabrisas, reforzado con 22 milímetros de grosor, recibe buena parte de los impactos, aunque los resiste todos. También la puerta, con un blindaje a prueba de como mínimo los revólveres 44 Magnum y 357 Magnum, aguanta las acometidas del arma.
Terminada la prueba, los técnicos comprueban cómo, de haber pasajeros en el coche, ninguno habría sufrido daños. Paralelamente, los expertos ponen también a prueba los cristales de las ventanas, lanzándoles, a través de propulsores, piedras de gran tamaño. Los cristales se resquebrajan, pero ninguno cede.
La versión especial del Seat León con el que la policía italiana ha empezado a patrullar las calles del país ha pasado con éxito exigentes pruebas de resistencia, como impactos de balas propulsadas a 1.400 kilómetros por hora o simulaciones de persecuciones a gran velocidad.
Seat ha hecho hoy público un impactante vídeo en el que muestra las duras pruebas a las que ha sometido al nuevo vehículo oficial de las fuerzas del orden italianas, la Polizia di Stato y los Carabinieri, para poner a prueba su blindaje y garantizar la seguridad e integridad de sus ocupantes.
En las imágenes se ve cómo una grúa de grandes dimensiones sostiene uno de estos coches blindados y cómo disparos de ametralladora impactan sobre el vehículo. El parabrisas, reforzado con 22 milímetros de grosor, recibe buena parte de los impactos, aunque los resiste todos. También la puerta, con un blindaje a prueba de como mínimo los revólveres 44 Magnum y 357 Magnum, aguanta las acometidas del arma.
Terminada la prueba, los técnicos comprueban cómo, de haber pasajeros en el coche, ninguno habría sufrido daños. Paralelamente, los expertos ponen también a prueba los cristales de las ventanas, lanzándoles, a través de propulsores, piedras de gran tamaño. Los cristales se resquebrajan, pero ninguno cede.
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