Según la Asociación Nacional de Vendedores de Vehículos a Motor, Reparación y Recambios (Ganvam)
Un taller puede subastar un coche si su dueño no paga la factura
Un taller puede retener e incluso llegar a subastar el coche de un cliente que se niegue a pagar una diagnosis previa a una reparación, según la Asociación Nacional de Vendedores de Vehículos a Motor, Reparación y Recambios (Ganvam).
En su Boletín Jurídico Mensual, la patronal de los vendedores explica que un cliente no puede llevarse su vehículo sin abonar previamente la factura, bien porque no esté de acuerdo con el precio o porque al final decida no repararlo, negándose también a hacerse cargo del coste de la diagnosis.
Según explica, con el Código Civil en la mano, el taller está en su derecho de retener el vehículo hasta que el dueño abone la factura.
"Es más, si no le paga puede incluso subastar el coche para recuperar el importe pendiente", precisa la patronal.
Ganvam advierte además de que, si el conductor se pusiera "a malas" y decidiera llevarse el vehículo por la fuerza, estaría incurriendo en un delito reflejado en el Código Penal, ya que, a todos los efectos, el taller es el poseedor legítimo del vehículo hasta que se pague la factura.
En caso de desacuerdo, el protocolo establece que el cliente debe abonar primero la factura y después poner la reclamación correspondiente.
De lo contrario, salvo que presente una orden del juzgado, no podrá llevarse el coche.
Un taller puede retener e incluso llegar a subastar el coche de un cliente que se niegue a pagar una diagnosis previa a una reparación, según la Asociación Nacional de Vendedores de Vehículos a Motor, Reparación y Recambios (Ganvam).
En su Boletín Jurídico Mensual, la patronal de los vendedores explica que un cliente no puede llevarse su vehículo sin abonar previamente la factura, bien porque no esté de acuerdo con el precio o porque al final decida no repararlo, negándose también a hacerse cargo del coste de la diagnosis.
Según explica, con el Código Civil en la mano, el taller está en su derecho de retener el vehículo hasta que el dueño abone la factura.
"Es más, si no le paga puede incluso subastar el coche para recuperar el importe pendiente", precisa la patronal.
Ganvam advierte además de que, si el conductor se pusiera "a malas" y decidiera llevarse el vehículo por la fuerza, estaría incurriendo en un delito reflejado en el Código Penal, ya que, a todos los efectos, el taller es el poseedor legítimo del vehículo hasta que se pague la factura.
En caso de desacuerdo, el protocolo establece que el cliente debe abonar primero la factura y después poner la reclamación correspondiente.
De lo contrario, salvo que presente una orden del juzgado, no podrá llevarse el coche.












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