En un artículo en su blog no contempla las consecuencias que tiene para esta tecnología una mala instalación de la luna
Mapfre se olvida completamente del parabrisas para hablar del buen funcionamiento del airbag
El desconocimiento de las compañías de seguros sobre la importancia del parabrisas queda patente en un artículo que encontramos en el blog de Mapfre en el que se explica la importancia y el funcionamiento del airbag.
Ese desconocimiento se basa en que en ningún lugar del artículo se refiere a la importancia de una buena instalación de parabrisas, ya que cada año un 7% de las lunas son sustituidas.
Un airbag que choque contra una luna mal instalada, con un adhesivo inadecuado etc... no servirá para nada, ya que es el vidrio el que garantiza el buen funcionamiento final del airbag.
En Estados unidos, por ejemplo, en los peritajes de accidentes se anota si la luna ha sido la causante de un mal funcionamiento del airbag, algo que ocurre con más asiduidad de la que las compañías de seguros y los asegurados creen.
Este es el artículo en el que no aparecen las consecuencias que tiene para la tecnología del airbag algo tan simple y a la vez tan complicado como chocar contra una superficie estable como es el parabrisas bien instalado:
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El airbag del coche es ese elemento de seguridad pasiva que esperamos que nunca se despliegue, pero que gracias al cual sabemos que nuestras probabilidades de salir indemnes de una colisión se multiplican. La combinación entre el cinturón de seguridad bien abrochado y el airbag es crucial para salvar hoy más vidas que nunca antes en la historia de la seguridad vial.
¿Cómo funciona el airbag? ¿Es peligroso? ¿Se puede reutilizar? ¿Cómo sabe la centralita cuándo debe activarse? El airbag es un elemento con mucha tecnología por detrás que, en ocasiones, no se comprende del todo bien, y sobre todo, no es peligroso para el conductor y los ocupantes. Vamos a verlo en profundidad.
Para empezar, el airbag es una bolsa de aire, como su propio nombre indica, también conocida como SRS (Suplementary Restraint System), otra acepción que nos da una pista de su uso, que debe ser siempre como complemento al cinturón de seguridad. Su función es la de contener el cuerpo humano en una colisión, reduciendo las posibilidades de sufrir lesiones aun con el cinturón de seguridad bien puesto, actuando como un “cojín”.
La combinación de cinturón de seguridad y airbag salva muchas más vidas que el uso del cinturón por sí solo. Si no utilizásemos el cinturón de seguridad, al desplegarse el airbag estaríamos en una postura lejana a la ideal (que es en la que nos sitúa el cinturón), y el despliegue de la bolsa podría causarnos lesiones. Por eso ambos sistemas de seguridad se han de utilizar en conjunto.
Así, lo único que nos quedaría por explicar es cómo funciona a la hora del despliegue. El airbag dispone de una centralita propia que, llegado el caso, activa un material pirotécnico que, con su explosión, libera nitrógeno para inflar el globo antes, incluso, de que nuestro cuerpo empiece a moverse. En apenas unas centésimas de segundo, el airbag está inflado completamente y ha expulsado, además, un poco de talco que facilita dicho inflado.
Un buen número de sensores recopilarán constantemente datos de aceleración (positiva y negativa) y en el momento en que las condiciones y las lecturas indiquen que sufrimos una colisión, se desplegará el sistema de seguridad. Esto puede variar mucho dependiendo de la marca y el coche, y puede ser que un airbag solo se dispare cuando la colisión es severa (por ejemplo, una colisión que empieza con un golpe suave, pero que seguirá con un golpe aun mayor puede sugerir retrasar el despliegue de la bolsa).
También pueden tenerse en cuenta variables propias del conductor o del ocupante, como su peso o talla, para proteger a los niños en caso de colisión (el airbag puede ser contraproducente en algunos casos, si no se tienen las dimensiones adecuadas), y, en definitiva, existen decenas de soluciones.
Sin embargo, lo mejor del airbag es que funciona, protege y multiplica los efectos salvadores del cinturón de seguridad. Existen muchas clases de airbag, pero hoy hemos visto cómo funciona, algo que, sin duda, te tranquilizará. Ah, está comprobado que los airbag no producen daños a los que utilizamos gafas para conducir.
Fuente: Mapfre
El desconocimiento de las compañías de seguros sobre la importancia del parabrisas queda patente en un artículo que encontramos en el blog de Mapfre en el que se explica la importancia y el funcionamiento del airbag.
Ese desconocimiento se basa en que en ningún lugar del artículo se refiere a la importancia de una buena instalación de parabrisas, ya que cada año un 7% de las lunas son sustituidas.
Un airbag que choque contra una luna mal instalada, con un adhesivo inadecuado etc... no servirá para nada, ya que es el vidrio el que garantiza el buen funcionamiento final del airbag.
En Estados unidos, por ejemplo, en los peritajes de accidentes se anota si la luna ha sido la causante de un mal funcionamiento del airbag, algo que ocurre con más asiduidad de la que las compañías de seguros y los asegurados creen.
Este es el artículo en el que no aparecen las consecuencias que tiene para la tecnología del airbag algo tan simple y a la vez tan complicado como chocar contra una superficie estable como es el parabrisas bien instalado:
El airbag del coche es ese elemento de seguridad pasiva que esperamos que nunca se despliegue, pero que gracias al cual sabemos que nuestras probabilidades de salir indemnes de una colisión se multiplican. La combinación entre el cinturón de seguridad bien abrochado y el airbag es crucial para salvar hoy más vidas que nunca antes en la historia de la seguridad vial.
¿Cómo funciona el airbag? ¿Es peligroso? ¿Se puede reutilizar? ¿Cómo sabe la centralita cuándo debe activarse? El airbag es un elemento con mucha tecnología por detrás que, en ocasiones, no se comprende del todo bien, y sobre todo, no es peligroso para el conductor y los ocupantes. Vamos a verlo en profundidad.
Para empezar, el airbag es una bolsa de aire, como su propio nombre indica, también conocida como SRS (Suplementary Restraint System), otra acepción que nos da una pista de su uso, que debe ser siempre como complemento al cinturón de seguridad. Su función es la de contener el cuerpo humano en una colisión, reduciendo las posibilidades de sufrir lesiones aun con el cinturón de seguridad bien puesto, actuando como un “cojín”.
La combinación de cinturón de seguridad y airbag salva muchas más vidas que el uso del cinturón por sí solo. Si no utilizásemos el cinturón de seguridad, al desplegarse el airbag estaríamos en una postura lejana a la ideal (que es en la que nos sitúa el cinturón), y el despliegue de la bolsa podría causarnos lesiones. Por eso ambos sistemas de seguridad se han de utilizar en conjunto.
Así, lo único que nos quedaría por explicar es cómo funciona a la hora del despliegue. El airbag dispone de una centralita propia que, llegado el caso, activa un material pirotécnico que, con su explosión, libera nitrógeno para inflar el globo antes, incluso, de que nuestro cuerpo empiece a moverse. En apenas unas centésimas de segundo, el airbag está inflado completamente y ha expulsado, además, un poco de talco que facilita dicho inflado.
Un buen número de sensores recopilarán constantemente datos de aceleración (positiva y negativa) y en el momento en que las condiciones y las lecturas indiquen que sufrimos una colisión, se desplegará el sistema de seguridad. Esto puede variar mucho dependiendo de la marca y el coche, y puede ser que un airbag solo se dispare cuando la colisión es severa (por ejemplo, una colisión que empieza con un golpe suave, pero que seguirá con un golpe aun mayor puede sugerir retrasar el despliegue de la bolsa).
También pueden tenerse en cuenta variables propias del conductor o del ocupante, como su peso o talla, para proteger a los niños en caso de colisión (el airbag puede ser contraproducente en algunos casos, si no se tienen las dimensiones adecuadas), y, en definitiva, existen decenas de soluciones.
Sin embargo, lo mejor del airbag es que funciona, protege y multiplica los efectos salvadores del cinturón de seguridad. Existen muchas clases de airbag, pero hoy hemos visto cómo funciona, algo que, sin duda, te tranquilizará. Ah, está comprobado que los airbag no producen daños a los que utilizamos gafas para conducir.
Fuente: Mapfre
un cristalero | Miércoles, 11 de Noviembre de 2015 a las 18:35:47 horas
entonces seguramente sera por eso por lo que en guadalajara se ha olvidado de los talleres independientes de cristaleria, vetando TOTALMENTE A LOS MISMOS a trabajar con ellos sin previo aviso y de un dia para otro,haciendo al cliente que pague la reparacion sin poner nada de esto en su poliza
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