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Jueves, 17 de Junio de 2010
El presidente de Renault prevé que el mercado español tardará 5 aos en normalizarse
Es ese periodo considera que volverán a vender 1,5 millones de coches anualmente
El presidente de Renault España, Jean-Pierre Laurent, ha asegurado que el mercado del automóvil podrá recuperar valores normales en España (que cifró en la venta de 1,5 millones de vehículos al año) "como mucho en cinco años". Así lo manifestó en su participación en el Foro Económico del diario 'El Norte de Castilla', celebrado este jueves en el Hotel Vincci Frontaura, con la participación del consejero de Economía y Empleo, Tomás Villanueva; el alcalde de Valladolid, Francisco Javier León de la Riva; el presidente de la Diputación, Ramiro Ruiz Medrano; y el presidente de la Cámara de Valladolid, José Rolando Álvarez, entre otros.
En una exposición titulada 'El mundo está cambiando; el sector del automóvil también', Laurent repasó su percepción de la situación general del mundo a nivel económico, y cuáles son las consecuencias para Renault, así como las estrategias que están desarrollando para afrontar la situación, a la que se refirió como "relativamente complicada". Además, se refirió a los proyectos que la firma francesa tiene en la actualidad en Castilla y León, desde el coche eléctrico al nuevo vehículo convencional o el nuevo motor.
"La situación en España es preocupante, y la prensa ya se hace eco de la situación, quizá a veces con demasiado eco. En este país cuenta mucho la moral de la gente. Es un país muy sensible a la moral; cuando van las cosas bien el consumo va muy bien, y cuando las cosas van mal, todo se deprime, la gente ahorra y no consume. Yo creo que lo que debemos hacer es inyectar una dosis de moral en este país. Aunque la situación es muy complicada, no es Grecia, y hay puntos fuertes en España que tenemos que aprovechar", argumentó.
Evolución pasada y futura
Con ayuda de diversos gráficos, repasó la evolución de la economía europea y del sector del automóvil en los últimos veinte años, y apuntó que en 1993 el mercado del sector cayó un 17 por ciento en el continente, y que tardó cinco años en recuperar sus índices de ventas. "Luego siguió creciendo, y llegó a un punto en que se consiguió un mercado plano y fuerte, que se mantuvo durante diez años, en los que cada año se vendía lo mismo y las empresas sólo teníamos que preocuparnos de la competencia, y no de la supervivencia del sector", explicó.
Así, a finales de 2007, con el despertar de la actual crisis, las ventas cayeron a la mitad, a los niveles de 1992, para una reducción total de dos millones de coches. "Un turno de una factoría tipo, como las de Renault en Palencia o en Valladolid, produce 100.000 coches al año con cada turno, eso significa que en Europa sobran 20 turnos, y si tenemos en cuenta que la media es que cada factoría cuente con dos turnos, podríamos hablar de que pueden sobrar diez fábricas en toda Europa", explicó.
Tras referirse a las recientes ventas de Volvo o Saab, aludió al cierre de factorías como Opel en Bélgica, y subrayó que "la planta de Valladolid se iba a cerrar". "Los constructores debemos plantear estrategias y, trabajando juntos, como hemos hecho nosotros con el Gobierno de España, la Junta de Castilla y León y los sindicatos, encontrar una solución", concretó.
Laurent recordó que el 80 por ciento de la producción española de coches se comercializa en el resto de Europa, y se refirió a España como "uno de los principales productores del sector, con lo cual si el mercado europeo despierta, España se beneficiará de ello".
En su repaso, el presidente de la compañía en España analizó de forma pormenorizada la situación del país en las dos últimas décadas. Así, recordó que en torno a la caída del sector en 1993, se concretaron tres devaluaciones en España, algo que aportó un 30 por ciento de competitividad al Estado, y que le permitió registrar incrementos en la competitividad del sector servicios por encima de la media europea.
"El mercado español tardó dos años en recuperarse, y luego creció de una forma brutal, hasta casi duplicar su mercado, con 1,9 millones de coches vendidos en 2007. La crisis provocó una caída terrible, del 30 por ciento en 2008 y del 20 por ciento en 2009, y ahora prevemos cerrar 2010 en los mismos niveles de ventas que 2009 mientras que en la media europea se reducirá un 10 por ciento, ya que en los primeros meses del año el Plan 2000E permitió crecer un 40 por ciento, pero para el segundo semestre esperamos una reducción del 30 por ciento", detalló.
Así, Laurent explicó que "no antes de diez años" se podría regresar a los niveles de 2007, si bien la venta de 1,5 millones de vehículos en cada ejercicio sería entrar en "unos niveles razonables" para un país como España. En los próximos años, las ventas crecerán en unos países europeos y en otros no, y en España crecerán», vaticinó.
Algo de optimismo
El responsable de Renault explicó que "la situación es muy preocupante", si bien reconoció que "hay que tener algo de optimismo, ya que en Renault existe un plan de futuro bastante claro". De esa forma, se refirió a la necesidad de implantar "una estrategia global, que se base, por encima de todo, en la competitividad". "El gran problema que tenemos todos es volver a ser competitivos, a nivel de toda Europa, incluyendo el Este y países como Marruecos o Turquía", destacó.
Además, Renault cuenta con un plan para el desarrollo de nuevas tecnologías, puesto que "una manera de salir de esta crisis es a través de la innovación, con motores que consuman menos, sobre todo más eficientes, y en coches que son mucho más sostenibles". Según avanzó, el objetivo de Renault es poner la movilidad sostenible al alcance de todos en los próximos años, a través de coches económicos y ecológicos, como los que integran su distintivo Eco2.
Junto a esa gama de productos, la compañía apuesta por otra serie de cuatro vehículos eléctricos, que no producirán contaminación acústica ni ambiental. «Procuraremos además que sean económicos, y brindar esta movilidad sostenible a un precio comparable al de los coches actuales», aventuró.
De esa forma, Renault pretende "pilotar el cambio, porque todo está cambiando", hacia nuevos modelos de producción, de negocio y de trabajar. "El coche fue símbolo de estatus social durante muchos años, pero hoy la gente tiene un poder adquisitivo limitado y no prima el estatus social; además, los jóvenes tienen cada vez más conciencia ecológica", comentó.
Comienzan los cambios
Laurent se refirió a las nuevas formas de negocio aludiendo a las plataformas de coches compatibles y compartidas por diversos países y mercados. Asimismo, aseguró que, hoy en día, "el mundo ya no se adapta al automóvil, sino que es el automóvil quien tiene que adaptarse al hombre".
Por otra parte, apuntó que en las plantas de la compañía en la región "todo va conforme al plan previsto", y señaló que las fábricas ya están empezando a cambiar para preparar la llegada del coche eléctrico. "La fábrica de motores también está empezando a cambiar, y para el nuevo coche tradicional será dentro de un año, más o menos, porque va a salir en 2013", añadió.
En una exposición titulada 'El mundo está cambiando; el sector del automóvil también', Laurent repasó su percepción de la situación general del mundo a nivel económico, y cuáles son las consecuencias para Renault, así como las estrategias que están desarrollando para afrontar la situación, a la que se refirió como "relativamente complicada". Además, se refirió a los proyectos que la firma francesa tiene en la actualidad en Castilla y León, desde el coche eléctrico al nuevo vehículo convencional o el nuevo motor.
"La situación en España es preocupante, y la prensa ya se hace eco de la situación, quizá a veces con demasiado eco. En este país cuenta mucho la moral de la gente. Es un país muy sensible a la moral; cuando van las cosas bien el consumo va muy bien, y cuando las cosas van mal, todo se deprime, la gente ahorra y no consume. Yo creo que lo que debemos hacer es inyectar una dosis de moral en este país. Aunque la situación es muy complicada, no es Grecia, y hay puntos fuertes en España que tenemos que aprovechar", argumentó.
Evolución pasada y futura
Con ayuda de diversos gráficos, repasó la evolución de la economía europea y del sector del automóvil en los últimos veinte años, y apuntó que en 1993 el mercado del sector cayó un 17 por ciento en el continente, y que tardó cinco años en recuperar sus índices de ventas. "Luego siguió creciendo, y llegó a un punto en que se consiguió un mercado plano y fuerte, que se mantuvo durante diez años, en los que cada año se vendía lo mismo y las empresas sólo teníamos que preocuparnos de la competencia, y no de la supervivencia del sector", explicó.
Así, a finales de 2007, con el despertar de la actual crisis, las ventas cayeron a la mitad, a los niveles de 1992, para una reducción total de dos millones de coches. "Un turno de una factoría tipo, como las de Renault en Palencia o en Valladolid, produce 100.000 coches al año con cada turno, eso significa que en Europa sobran 20 turnos, y si tenemos en cuenta que la media es que cada factoría cuente con dos turnos, podríamos hablar de que pueden sobrar diez fábricas en toda Europa", explicó.
Tras referirse a las recientes ventas de Volvo o Saab, aludió al cierre de factorías como Opel en Bélgica, y subrayó que "la planta de Valladolid se iba a cerrar". "Los constructores debemos plantear estrategias y, trabajando juntos, como hemos hecho nosotros con el Gobierno de España, la Junta de Castilla y León y los sindicatos, encontrar una solución", concretó.
Laurent recordó que el 80 por ciento de la producción española de coches se comercializa en el resto de Europa, y se refirió a España como "uno de los principales productores del sector, con lo cual si el mercado europeo despierta, España se beneficiará de ello".
En su repaso, el presidente de la compañía en España analizó de forma pormenorizada la situación del país en las dos últimas décadas. Así, recordó que en torno a la caída del sector en 1993, se concretaron tres devaluaciones en España, algo que aportó un 30 por ciento de competitividad al Estado, y que le permitió registrar incrementos en la competitividad del sector servicios por encima de la media europea.
"El mercado español tardó dos años en recuperarse, y luego creció de una forma brutal, hasta casi duplicar su mercado, con 1,9 millones de coches vendidos en 2007. La crisis provocó una caída terrible, del 30 por ciento en 2008 y del 20 por ciento en 2009, y ahora prevemos cerrar 2010 en los mismos niveles de ventas que 2009 mientras que en la media europea se reducirá un 10 por ciento, ya que en los primeros meses del año el Plan 2000E permitió crecer un 40 por ciento, pero para el segundo semestre esperamos una reducción del 30 por ciento", detalló.
Así, Laurent explicó que "no antes de diez años" se podría regresar a los niveles de 2007, si bien la venta de 1,5 millones de vehículos en cada ejercicio sería entrar en "unos niveles razonables" para un país como España. En los próximos años, las ventas crecerán en unos países europeos y en otros no, y en España crecerán», vaticinó.
Algo de optimismo
El responsable de Renault explicó que "la situación es muy preocupante", si bien reconoció que "hay que tener algo de optimismo, ya que en Renault existe un plan de futuro bastante claro". De esa forma, se refirió a la necesidad de implantar "una estrategia global, que se base, por encima de todo, en la competitividad". "El gran problema que tenemos todos es volver a ser competitivos, a nivel de toda Europa, incluyendo el Este y países como Marruecos o Turquía", destacó.
Además, Renault cuenta con un plan para el desarrollo de nuevas tecnologías, puesto que "una manera de salir de esta crisis es a través de la innovación, con motores que consuman menos, sobre todo más eficientes, y en coches que son mucho más sostenibles". Según avanzó, el objetivo de Renault es poner la movilidad sostenible al alcance de todos en los próximos años, a través de coches económicos y ecológicos, como los que integran su distintivo Eco2.
Junto a esa gama de productos, la compañía apuesta por otra serie de cuatro vehículos eléctricos, que no producirán contaminación acústica ni ambiental. «Procuraremos además que sean económicos, y brindar esta movilidad sostenible a un precio comparable al de los coches actuales», aventuró.
De esa forma, Renault pretende "pilotar el cambio, porque todo está cambiando", hacia nuevos modelos de producción, de negocio y de trabajar. "El coche fue símbolo de estatus social durante muchos años, pero hoy la gente tiene un poder adquisitivo limitado y no prima el estatus social; además, los jóvenes tienen cada vez más conciencia ecológica", comentó.
Comienzan los cambios
Laurent se refirió a las nuevas formas de negocio aludiendo a las plataformas de coches compatibles y compartidas por diversos países y mercados. Asimismo, aseguró que, hoy en día, "el mundo ya no se adapta al automóvil, sino que es el automóvil quien tiene que adaptarse al hombre".
Por otra parte, apuntó que en las plantas de la compañía en la región "todo va conforme al plan previsto", y señaló que las fábricas ya están empezando a cambiar para preparar la llegada del coche eléctrico. "La fábrica de motores también está empezando a cambiar, y para el nuevo coche tradicional será dentro de un año, más o menos, porque va a salir en 2013", añadió.
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