Varias asociaciones que se han puesto en contacto con INFOLUNA han ratificado su obligación profesional de proteger a su cliente y no a las compañías de seguros
La independencia de los corredores obliga a incrementar la labor comercial de los talleres de lunas
Los responsables de las redes de talleres nos repiten incesantemente que hay dos tipos de talleres en el sector de lunas: los que esperan el trabajo y los que salen a buscarlo.
En este sentido, a lo que se refieren los directivos de las redes es en la necesidad de que los cristaleros desarrollen su alma comercial y que no basta con ser un gran montador o estar en una gran red, ya que el trabajo no está garantizado.
Todo esto viene a colación con la polémica que se ha creado tras la noticia de INFOLUNA sobre los acuerdos de concertación de las compañías de seguros con las redes de talleres.
Los corredores han reaccionado poniéndose en contacto con INFOLUNA para recordar que son un colectivo que trabaja de manera independiente respecto a las compañías y que velan por el beneficio de los asegurados.
Esto significa que el taller de cada población debe acercarse al corredor y convencerle de sus valores como centro de confianza para que estos profesionales direccionen a sus clientes.
Las visitas a los corredores siempre han sido claves para el desarrollo de un taller especialista de lunas, pero tras reiterar a nuestro medio desde asociaciones como FECOR o CIAC su independencia respecto a las aseguradoras se hace aún más énfasis en la obligación de que los talleres desarrollen su labor comercial y dediquen su tiempo a convencer a unos profesionales que tienen la llave de su desarrollo, ya sea con visitas como con el convencimiento de su trabajo a los asegurados y clientes que compartirán su experiencia en el taller de lunas.
Los responsables de las redes de talleres nos repiten incesantemente que hay dos tipos de talleres en el sector de lunas: los que esperan el trabajo y los que salen a buscarlo.
En este sentido, a lo que se refieren los directivos de las redes es en la necesidad de que los cristaleros desarrollen su alma comercial y que no basta con ser un gran montador o estar en una gran red, ya que el trabajo no está garantizado.
Todo esto viene a colación con la polémica que se ha creado tras la noticia de INFOLUNA sobre los acuerdos de concertación de las compañías de seguros con las redes de talleres. Los corredores han reaccionado poniéndose en contacto con INFOLUNA para recordar que son un colectivo que trabaja de manera independiente respecto a las compañías y que velan por el beneficio de los asegurados.
Esto significa que el taller de cada población debe acercarse al corredor y convencerle de sus valores como centro de confianza para que estos profesionales direccionen a sus clientes.
Las visitas a los corredores siempre han sido claves para el desarrollo de un taller especialista de lunas, pero tras reiterar a nuestro medio desde asociaciones como FECOR o CIAC su independencia respecto a las aseguradoras se hace aún más énfasis en la obligación de que los talleres desarrollen su labor comercial y dediquen su tiempo a convencer a unos profesionales que tienen la llave de su desarrollo, ya sea con visitas como con el convencimiento de su trabajo a los asegurados y clientes que compartirán su experiencia en el taller de lunas.
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