Menos coberturas=a nueva oportunidad de negocio

La crisis trae nuevas costumbres en los usuarios y nuevas estrategias en las compañías para adaptarse a esas nuevas costumbres. El principal giro en el sector que nos ocupa y que gira en torno a una ecuación que es siniestro, compañía de seguros y finalmente la solución de ese siniestro de lunas en el taller está dando un giro radical.

Los usuarios de automóviles están obligados por ley a tener que suscribir una póliza. A lo que no están obligados, y ahí radica el drástico cambio de tendencias, es a tener que firmar por una póliza a todo riesgo o una a terceros con amplias coberturas. Les vale con firmar la más sencilla y raquítica en coberturas que exista en cada aseguradora. A partir de ahí ya tienen solucionado el problema legal en caso de que les pidan los papeles del coche pero tienen que comenzar a rezar para no tener ningún siniestro en el que tengan la culpa, ya que será su bolsillo quien pagará.

Este ahorro puede salir caro si se registran siniestros y muy barato si tiene la suerte de no tener ninguna eventualidad en términos de golpes o roturas. Pero si los tiene, y la estadística, aunque fría es contundente, asegura que los tendrá tarde o temprano aunque sea en su mínima expresión y uno de ellos será en algún cristal de su vehículo. Un chinazo en carretera, una rotura de un descendente por robo, un golpe que afecta a la luna, un chinazo antiguo que termina abriéndose peligrosamente...Ahí es donde entran las nuevas estrategía de las redes de talleres o de os independientes del sector. Se va a comenzar a buscar a tope a esos conductores sin coberturas. Aquellos que necesiten una solución barata y, a poder ser, rápida. Aquí la publicidad será importante. Alguna red de taller ya oferta entre un 15% y un 20% de descuento por esos trabajos para captar clientes a traves de mediadores.

Además, será un paso adelante para la reparación. Si a alguien le cuesta 300 euros de su bolsillo cambiar su luna y esa luna es reparable por 50 euros, no va a haber apenas dudas en qué decidir. Se acabarán muchas dudas del usuario y servirá para fortalecer la reparación. De esta manera se abre un nuevo abanico de posibilidades entre las empresas de reparación y sustitución que pueden ver entrar muchos coches sin pólizas que cubran esas roturas o chinazos. La crisis puede traer más trabajo, al menor eso dice la teoría, ya veremos en la práctica. Se presenta una nueva oportunidad de negocio y esa "batalla" la ganará quien genere confianza y prestigio en su marca.