Cuando sea habitual que entren vehículos con necesidad de recalibración de cámaras sólo se podrán probar en días sin lluvia, niebla o nieve
La climatología marcará en unos años los plazos de entrega en los talleres de lunas
La recalibración de cámaras tras la sustitución de un parabrisas es algo aún residual en el envejecido parque móvil español, pero cuando comiencen a ser habitual ver entrar este tipo de vehículos en los talleres habrá que tener en cuenta una serie de condicionantes que van a condicionar el trabajo de manera total.
![[Img #13397]](upload/img/periodico/img_13397.png)
El trabajo de recalibración hará que el tiempo de mano de obra aumente y, no sólo eso, ya que obligará a sacar al vehículo a carretera para comprobar si funcionan los sistemas ADAS. Eso hará que los talleres de lunas que no se encuentren cerca de una carretera perderán aún más tiempo, ya que es necesario que el vehículo circule a más de 80 kilómetros por hora.
Calibración dinámica y estática
Otro incoveniente serán los plazos de entrega del vehículo. Si se saca el vehículo a carretera para testar los sistemas ADAS y llueve, hay niebla o nieva, habrá que volver al taller hasta que las condiciones meteorológicas mejoren. El plazo de entrega puede ser de varios días si en la ciudad o pueblo donde se realiza la
recalibración no para de llover, nevar o hacer niebla durante días.
Hay dos tipos de recalibración y ambas necesitan que el vehículo salga a carretera para saber que el sistema está en perfectas condiciones. Entre los vehículos con calibración dinámica están Ford, BMW u Opel y entre los fabricantes con calibración estática, la más habitual, están entre otros Audi, Citroën, Honda, Jeep, Kia/Hyundai, Honda, Lexus, Mazda, Mercedes, Nissan, Porsche, Peugeot, Renault, Skoda, Toyota, Volkswagen, etc...
La recalibración de cámaras tras la sustitución de un parabrisas es algo aún residual en el envejecido parque móvil español, pero cuando comiencen a ser habitual ver entrar este tipo de vehículos en los talleres habrá que tener en cuenta una serie de condicionantes que van a condicionar el trabajo de manera total.
El trabajo de recalibración hará que el tiempo de mano de obra aumente y, no sólo eso, ya que obligará a sacar al vehículo a carretera para comprobar si funcionan los sistemas ADAS. Eso hará que los talleres de lunas que no se encuentren cerca de una carretera perderán aún más tiempo, ya que es necesario que el vehículo circule a más de 80 kilómetros por hora.
Calibración dinámica y estática
Otro incoveniente serán los plazos de entrega del vehículo. Si se saca el vehículo a carretera para testar los sistemas ADAS y llueve, hay niebla o nieva, habrá que volver al taller hasta que las condiciones meteorológicas mejoren. El plazo de entrega puede ser de varios días si en la ciudad o pueblo donde se realiza la recalibración no para de llover, nevar o hacer niebla durante días.
Hay dos tipos de recalibración y ambas necesitan que el vehículo salga a carretera para saber que el sistema está en perfectas condiciones. Entre los vehículos con calibración dinámica están Ford, BMW u Opel y entre los fabricantes con calibración estática, la más habitual, están entre otros Audi, Citroën, Honda, Jeep, Kia/Hyundai, Honda, Lexus, Mazda, Mercedes, Nissan, Porsche, Peugeot, Renault, Skoda, Toyota, Volkswagen, etc...
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