Los dos meses principales del verano reflejan un crecimiento de cerca de un 10% y devuelven al sector a cifras de siniestros de hace una década

Los talleres de lunas hacen su agosto

Los talleres de lunas tienen razones para estar satisfechos tras los meses de julio y agosto. El verano ha sido positivo en términos de volumen de siniestros y los datos reflejan un incremento respecto al verano de 2016 y una vuelta a los números que se manejaban hace ocho años.

 

 

INFOLUNA se ha puesto en contacto con talleres de distintas redes y la conclusión es que se el trabajo se ha incrementado cerca de un 10% frente a 2016, ya que se han unido una serie de factores que han permitido aumentar los siniestros. El número de desplazamientos ha aumentado, hay más coches en circulación, se ha incrementado la media de kilometraje medio, el combustible se ha mantenido estable y el calor ha sido extremo. Todo ello se ha unido para generar esa subida que ha permitido aumentar la facturación.

 

 

 

 

Sin embargo, este incremento de trabajo de este verano sigue lastrado por los bajos costes medios y por las dificultades de muchos talleres para mantener en su negocio al asegurado, ya que han aumentado las presiones de las aseguradoras para evitar que sus clientes rsuelvan el problema con su vidrio en un taller que no sea concertado.

 

 

Según datos que manejan las aseguradoras, 2017 será el año con más siniestros de lunas desde 2010 y se superarán los 1,6 millones de siniestros, 500.000 más que en 2012, que fue el peor año de la última década.