Seis de cada diez luneros cree que son necesarios los regalos para convencer al corredor de seguros

Los corredores de seguros son profesionales independientes que no deben ninguna fidelidad a ninguna compañía aseguradora y que buscan la  póliza que mejor se adapta a su cliente entre todo el abanico de posibilidades del mercado. Esta independencia les convierte en profesionales a los que debe acercarse el profesional del taller de lunas por su ascendencia sobre el cliente, que suele escuchar su sugerencia en cuanto a la elección del taller.

Sin embargo, los profesionales del sector de lunas que han participado masivamente en la encuesta en la que preguntábamos si era necesario incentivar con regalos a los corredores para que se decidieran por su taller, la respuesta ha sido mayoritaria en ese sentido.

Para seis de cada diez luneros no basta con ofrecer un buen servicio a los asegurados para ganarse la confianza del corredor de seguros y consideran que hay que convencerles con algún tipo de acuerdo mutuo en el que ambos salgan beneficiados. Ese acuerdo se puede basar en un programa de incentivos por llevar una serie de trabajos al taller o con otro tipo de regalo por cada trabajo. 

Además, el taller debe ofrecer un incentivo a los asegurados, ya sea con un pequeño regalo como un tratamiento antilluvia, el cambio de escobillas u otros obsequios para que acabe satisfecho y transmita esa satisfacción al corredor.