"Lo importante es que las aseguradoras no nos pisen"

Son pocos los talleres que se rebelan ante las aseguradoras. El miedo al poder de coacción de un gigante frente a un pequeño negocio genera inacción y sometimiento, por lo que casos como el de Carrocerías Poldo e Hijo, en Santander, suponen un símbolo de lucha frente al poder restablecido.

“Se trata de creer en ti, en tu taller y no tener miedo”, dice este profesional. Como primera medida, Carrocerías Poldo e Hijo colgó en su negocio el cartel de Atreve para el precio/hora, fijándolo en 45 euros para la hora de mano de obra y en 60 euros para la gestión de reclamaciones. “Porque es tu casa, tu negocio, y no puede venir nadie a ponerle precio a tu trabajo”, dice. “Y lo que vemos es que pagan”, cuenta Manuel Lorenzo, que ve cómo ahora, cobrando el precio que considera justo y sin plegarse a las presiones de las compañías, puede prestar un mejor servicio y garantizar como es debido sus trabajos.

“Lo más importante es que no nos pisen”, explica. Manuel Lorenzo comenta que su taller es un negocio reconocido y de prestigio, al que vienen clientes desde muy lejos para reparar las carrocerías de sus coches, pero que en los últimos años los ingresos han estado bajando como consecuencia de la política que imponen las aseguradoras. Ahora, comprueba que consigue cobrar a la primera y que el proporcionar un correcto asesoramiento al cliente, facilitándole la información o la ayuda necesaria para reclamar en caso de que sea necesario, es una fórmula que funciona. Y la experiencia, hasta el momento, le ha dado la razón también frente a alguna de las aseguradoras más agresivas en sus exigencias a los talleres.

Este negocio se asesoró gracias al servicio de Defensa del Asegurado de Atreve (Asociación de Talleres de A Coruña) a través de abogados especializados en el sector y de peritos independientes. "Con este equipo, el porcentaje de éxito en las reclamaciones judiciales es prácticamente del 100%", aseguran desde ATREVE.