Los talleres Glassdrive no pueden soplar y sorber a la vez

El ​refranero español es sabio y perfecto para definir ciertas situaciones. En este caso hay un refrán perfecto para algunos talleres Glassdrive que buscan ser independientes y a la vez pertenecer a una red fuerte. "No se puede soplar y sorber a la vez", reza el refrán. No es posible hacer al mismo tiempo dos cosas que son contrarias entre sí. Sin embargo, en la reunión del sábado en Ciudad Real un buen número de talleres votó integrarse en una red que les permite una alta dosis de independencia, algo que choca con el modelo de trabajo que está vigente en el sector basado en un modelo de red cohesionada, con estándares comunes y que respaldan la casi totalidad de las aseguradoras.

Esta posibilidad ha sido defendida por alguien que perteneció a esa red de talleres semiindependientes y ha convencido a un grupo de centros Glassdrive porque consideran que tendrían soberanía sobre su negocio, algo que aseguran les niegan otras redes. Sin embargo, esa persona que defiende esas bondades las abandonó en cuanto se le ofreció un modelo de red más potente como era Glassdrive hace unos años. 

INFOLUNA se ha puesto en contacto con una aseguradora importante y su opinión es que sería una opción con poco futuro entre las compañías, ya que la apuesta de las compañías de seguros a la hora de firmar conciertos se basa en la existencia de un modelo homogéneo de trabajo y el control sobre la red. Un proyecto basado en talleres con un alto grado de independencia no convence en el mundo asegurador y, por desgracia para los talleres, las aseguradoras son el brazo fuerte del sector de lunas y quienes terminan decidiendo los volúmenes de trabajo que llegan al taller.

La otra desventaja de una red con talleres semiindependientes radica en la distribución. Sería difícil llegar a buenos acuerdos que aumentaran el margen en la pieza si cada taller es quien decide qué recambio utilizar y no fuera una central quién dirigiera esa estrategia.