Los trabajadores de la fábrica de parabrisas Saint Gobain en Avilés se rebelan ante "una injusticia"

El comité de empresa de la fábrica de parabrisas Saint-Gobain en Avilés, integrado por Comisiones Obreras y UGT, realizó, según publica el diario El Comercio de Gijón, una  jornada de paro para protestar por el despido de una trabajadora y lograr su readmisión. Los turnos de mañana y tarde retrasaron su incorporación cuatro horas, al igual que el personal de oficina. Durante la protesta, un piquete informativo se situó a la entrada de la planta y, a lo largo de la mañana, tan solo una persona accedió al puesto de trabajo. El personal de contratas también se sumó a las protestas y secundaron el paro de forma masiva.

Tras las primeras movilizaciones, Silvia, la trabajadora afectada, agradecía la respuesta de los compañeros "tanto de Saint-Gobain como de contratas" e invitaba a que se sumasen al nuevo paro convocado para el próximo sábado, 6 de octubre. "Sentar este precedente en un despido abre una vía muy peligrosa en la empresa. Hoy soy yo, pero mañana le puede suceder a cualquiera", declaró.

Por su parte, la sección sindical de CSI emitía un comunicado en el que agradecía el masivo seguimiento y anunciaba que había presentado una denuncia en la Inspección de Trabajo contra Saint-Gobain acusando a la multinacional del vidrio de "discriminar a la trabajadora".

En el momento de cerrar esta edición, aún no había comenzado el paro en el turno de noche, pero la previsión era que la respuesta fuese idéntica.

"Por causas sobrevenidas"

El despido de la trabajadora se produjo después de que esta sufriese una baja de larga duración tras una caída en la fábrica. Al reincorporarse, realizó un examen médico por los servicios de la empresa si bien, como recuerdan los sindicatos, no se encontraba obligada.

La conclusión de los servicios médicos fue que no cumplía las condiciones físicas requeridas por su puesto de trabajo. En esa situación, el departamento de Recursos Humanos, según explicaron los directivos de la empresa en las negociaciones con los sindicatos, buscaron un puesto en labores de producción de acuerdo al nivel de la afectada. Al no encontrarlo, se tomó la decisión de despedir a la trabajadora "por causas sobrevenidas".

Desde el primer momento, el comité de empresa rechazó esta posibilidad, argumentando que se abría una vía muy peligrosa en la gestión de la plantilla. Al tiempo, se considera que en una empresa de las dimensiones de Saint-Gobain debía existir la posibilidad de recolocar a una persona. A ello se unen las discrepancias entre dirección y sindicatos por la nueva línea de acabado en Sekurit, en la que se vela por la calidad de los parabrisas terminados. Este año se ha invertido en su modernización, cambiando el sistema de gestión al pasar de dos líneas con ocho trabajadores a una solo con siete.

Las contratas controlan la calidad

El mayor problema que encuentra el comité de empresa es la importancia que gana la plantilla de las contratas en el día a día de estos exámenes de calidad, que son fundamentales para la compañía. De esta manera, el malestar desembocó en el conflicto del que ayer se celebró la primera parte. En total, se han convocado dos días de paro, con huelgas de cuatro horas de duración en cada uno de lo turnos. Después de la jornada de ayer, la fábrica de La Maruca volverá a detenerse el próximo sábado, día seis de octubre. Los turnos de mañana y tarde retrasan su entrada mientras que los trabajadores de la noche adelantan su salida.

El proceso de negociación en el Servicio Asturiano de Solución Extrajudicial de Conflictos no permitió alcanzar una salida que evitase la movilización. La dirección se mantenía firme en sus criterios, mientras que los sindicatos insistían en la recolocación de la trabajadora. Tras la jornada del sábado, los sindicatos analizarán la situación para establecer su estrategia en el conflicto.

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