Ralarsa, pasado, presente y futuro de la cristalería del automóvil en España

Infoluna sigue descubriendo todas las aristas que componen el sector de la cristalería del automóvil en España. Una de las más importantes la compone Auto Cristal RALARSA, una de las empresas más antiguas de España como especialista en los siniestros de vidrio. Hace treinta años, Juan Alberto Arsalaguet, decidió formar una red de talleres especialistas en el vidrio del automóvil. Su escalada no se ha detenido desde entonces y ya son 123 los talleres que presumen de formar parte de la gran familia Ralarsa.

Su sede social y centro de operaciones se encuentra en Sant Quirze del Vallés, localidad del corazón industrial barcelonés, donde desde sus 6000 m2. compartimentados adecuadamente, surten de material a todos sus centros, gestiona financieramente el grupo y se gesta una mentalidad basada en el crecimiento equilibrado pero imparable del grupo.

Ralarsa nació y creció en base a los talleres propios y creó una nueva línea de negocio en las franquicias con el objetivo de cubrir el mayor territorio posible.

Aseguran que su obsesión es el servicio y la franquicia les permite crecer de una manera más homogénea y rápida sin descuidar ningún rincón de España. "Somos una red de talleres propios que cree en el modelo de franquicia como parte de su expansión", aseguran y justifican su filosofía al afirmar que no hay diferencia entre unos y otros talleres. El resumen es que todos forman parte de la familia Ralarsa.

Cristina Górriz, responsable de expansión del Departamento de franquicias, tiene las ideas claras y no quiere basar el futuro en la multiplicación de franquicias sin escrúpulos: "Somos conscientes que hemos desechado perfiles que otros han aceptado en sus redes pero tenemos claros los estándares de calidad que nos auto-exigimos".

En esa mezcla de mentalidad familiar y mentalidad empresarial se sitúa la figura de Domingo Gavaldá. Hablar con este símbolo nacional de la cristalería del automóvil es un honor y un máster acelerado. Gavaldá ha vivido toda la evolución del sector y transmite su experiencia y su sabiduría con una humildad que sorprende en un pozo de conocimiento. Esa humildad le lleva incluso a elogiar los aciertos de la competencia, algo inusual en cualquier sector empresarial en España. A pesar de superar los sesenta años exhala por su trabajo la pasión de un quinceañero y eso se contagia en un equipo humano que forma parte del futuro ya vigente de la empresa, Joan Jordi Arsalaguet, Ricard Benasco o Alfons López.

Ramiro Lucea, uno de los estandartes de la empresa, nos enseña el almacén central de AutoCristal RALARSA, que mantiene en stock el 95% de las necesidades diarias de sus Centros. Desde este almacén y mediante un sistema informático integrado de pedidos, pone a disposición de todos sus talleres, en cualquier punto de la península, el material que necesiten en 24h. La larga experiencia en distribución de AutoCristal Ralarsa permite el más correcto sistema de almacenamiento y embalaje para llevar a cabo el anterior objetivo en las mejores condiciones,  todo ello bajo un riguroso control de procesos, de entradas, salidas y llegadas de material hasta destino.

Sus oficinas combinan juventud y veteranía con un enorme equilibrio. En un mundo que fagocita a los trabajadores por su edad y no por su productividad y talento, Ralarsa no es sospechosa. Conviven generaciones con enorme naturalidad y las revoluciones en el departamento de recursos humanos no existen. Son instalaciones amplias y modernas ideadas para un crecimiento sostenido, departamentadas con sentido, con un aula de formación para la mejora de su personal y hasta una acogedora sala para que sus trabajadores coman y se relajen con un café.

Otros dos de los grandes valores de los que más orgulloso se siente Auto Cristal Ralarsa es su departamento informático　"porque fuimos los primeros en modernizarnos en este aspecto creando un software propio y eficaz para nuestro negocio" y su Contact Center. Precisamente, en los últimos años, siguiendo la misma filosofía de desarrollo y adaptación a las necesidades del cliente, Auto Cristal Ralarsa impulsa el desarrollo de su Contact Center, dotándolo de tecnología de última generación y apostando fuerte por la especialización de su equipo de tele gestores mediante la formación y la mejora continua. "La integración de nuestros sistemas nos permiten direccionar al cliente al taller más cercano, hacer la petición de la luna y dar cita al cliente en una sola llamada. Las interacciones con los sistemas de nuestro clientes aportan un valor añadido a las gestiones que realizamos, pudiendo ofrecer al asegurado un servicio eficiente, ágil y cómodo".

En la sala de reuniones Joan Jordi Arsalaguet, administrador e hijo del fundador, nos resume su historia y su "prometedor y ambicioso futuro". Un ejecutivo con experiencia en el mundo de las grandes auditoras como Price Waterhouse que se entrega íntegramente y que siente una responsabilidad muy alta "con una plantilla apasionada con Ralarsa".

La conclusión es que Ralarsa sabe combinar pasado, presente y futuro con una naturalidad que a otras grandes empresas les resulta impensable. Un cóctel que les funciona y del que se sienten orgullosos.