Los luneros sufren los costes medios de Asitur mientras los reparadores de hogar se unen y elevan notablemente sus precios

Asitur se ha convertido en una empresa de enorme importancia para las redes y talleres de lunas españoles. Su crecimiento en el volumen de siniestros gestionados ha sido espectacular en los últimos años y en 2018 tramitó cerca de 220.000 sustituciones y reparaciones de cristalería del automóvil. 

Su crecimiento es de tal calibre que desde desde 2016 ha incorporado a más de 400 personas, lo que representa un incremento del 80% en este periodo según ha confirmado la compañía. El crecimiento se debe a la entrada de nuevos clientes, el mayor número de la actividad y la incorporación de más servicios. Por esta razón la entidad se encuentran ampliando sus centros de trabajo en Tres Cantos y Alcorcón, ambos en Madrid, al mismo tiempo que ha duplicado el número de puestos de teletrabajo.  

Ese crecimiento se ha cimentado en un de exhaustivo control de los costes con los talleres. De hecho, el coste medio de Asitur es de los más bajos del mercado y la negociación para conseguir elevarla es muy complicada. Sin embargo, mientras los talleres de lunas sufren las consecuencias de un coste medio bajo, los reparadores de hogar sí han conseguido elevar los costes de su trabajo gracias a conseguir negociar de manera unida sus intereses a través de un sólo actor como es la AESA (Asociación de empresas  de servicios a aseguradoras y afines), como recoge Grupo Aseguranza.  

Esa es la gran ventaja de los reparadores de hogar frente a los reparadores de lunas: la unidad. Conseguir negociar desde una posición única ante una aseguradora tiene esa ventaja y permite doblegar a la compañía, algo muy complicado de conseguir en el sector de lunas.