La trampa de las aseguradoras a los reparadores de lunas

Las aseguradoras están obsesionadas con elevar el porcentaje de reparación de lunas y más tras conocerse que se ha incrementado el coste medio general de lunas en 2018 (factura de todo tipo de talleres no solo los especialistas de lunas) y que está aumentado en 2019. Las compañías han elevado el listón en ese servicio y los talleres de lunas y hasta los de chapa y los talleres oficiales están desesperados buscando reparaciones.   

Sin embargo, en la búsqueda desesperada de reparaciones no vale todo y las aseguradoras están invirtiendo en unos profesionales que son conocidos como los 'mystery shopper' que actúan como clientes encubiertos a sueldo de la aseguradora. Sintetizado a lenguaje concreto, lo que están haciendo las compañías de seguros es poner trampas a los reparadores.  

"Sabemos que no todo vale y cuando acudimos a realizar una reparación sabemos que no podemos realizar el trabajo si no cumple con las condiciones necesarias. Los que llevamos años en la calle haciendo reparaciones sabemos que quien tenemos delante puede ser un enviado de la compañía que nos está poniendo una trampa. Hay que ser muy profesional y no aceptar cualquier cosa porque te puede salir muy caro", nos reconoce un reparador de una de las redes de lunas.    

La figura de la persona pagada por la aseguradora que se hace pasar por cliente lleva años instalado en el sector pero en el último año ha aumentado en número y se puede presentar en cualquier momento, por lo que los reparadores deben tener muy en cuenta que no se la deben jugar e inventarse la reparación.    

Los 'mistery shopper' tienen un perfil muy concreto y suelen ser personas afables, que intentan ganarse la confianza del profesional y realizan numerosas preguntas para ganarse su confianza y conseguir que les cuenten lo más posible sobre su trabajo.